Esta es la primera experiencia en el país promovida por el sector público en materia de reconocimiento de la responsabilidad ambiental, orientada a estimular los esfuerzos de los propietarios privados por preservar la oferta hídrica, condición prevalente en los ecosistemas cundinamarqueses.

Bogotá, D.C., abril 26 de 2018

Gracias a la estrategia Pago por Servicios Ambientales (PSA) y a una alianza entre la Gobernación de Cundinamarca, las corporaciones autónomas regionales de Cundinamarca, Corpoguavio, Corporinoquia y el Fondo Patrimonio Natural se adelantan esfuerzos para que los habitantes del departamento cuenten con agua disponible y limpia.

En este sentido se socializó el proyecto ‘Yo protejo, agua para todos’ en los municipios de  Cabrera, La Palma, La Vega, Sasaima, Machetá, Medina, Viotá, Guaduas, Ubalá y Paratebueno, con el propósito de que sus comunidades trabajen y tomen conciencia de la conservación de las áreas de importancia hídrica.

El programa surge ante la evidencia de problemas de erosión del suelo y escasez y contaminación del agua, relacionadas con prácticas inadecuadas en actividades como la agricultura, la ganadería y la extracción de madera, que no incluyen medidas para la conservación de la naturaleza.

‘Yo protejo, agua para todos’ se enfoca a la protección del recurso hídrico, a través de la conservación del bosque nativo que se encuentre dentro de las Áreas de Importancia Estratégica (AIE) de cuencas abastecedoras de acueductos, delimitadas por las autoridades ambientales competentes, en desarrollo de lo establecido por el Decreto 0953 de 2013 y le reconoce a la comunidad su esfuerzo por la conservación de los bosques nativos a través del otorgamiento de un incentivo económico y/o en especie.

Para conservar y recuperar existen instrumentos como la implementación de incentivos a la conservación, que se entregan por medio de acuerdos voluntarios a todos aquellos propietarios, poseedores u ocupantes de buena fe de predios ubicados en áreas de importancia estratégica, que quieran realizar acciones de conservación que contribuyan con el cuidado del agua.

Esta es la primera experiencia en el país promovida por el sector público en materia de reconocimiento de la responsabilidad ambiental, orientada a estimular los esfuerzos de los propietarios privados por preservar la oferta hídrica, condición prevalente en los ecosistemas cundinamarqueses.