Por Henry Amorocho Moreno

Antes de la posesión del presidente Gustavo Petro para el periodo constitucional 2022-2026, el Banco de la República subió en 150 puntos básicos la tasa de intervención. De igual manera, nuestra banca central volvió a replicar la fórmula en Septiembre/22, cuando la Reserva federal de USA (FED) subió la tasa en 100 puntos básicos, para frenar las presiones inflacionarias en USA; y nuestra junta directiva del Banco de la República optó por incrementarlas también en un punto porcentual.

En Estados Unidos como en Colombia los resultados han sido similares; puesto que, en Colombia en vez de bajar la inflación, lo que se evidenció fue el crecimiento de un punto porcentual; y en USA se produjo una exigua reducción de 0.1% en el nivel de inflación que, hizo declarar a la FED que, seguirá subiendo tasas de interés; incluso hasta 2025, si las circunstancias socio-económicas así lo exigieran.

Dado lo anterior, el viernes 14 de Octubre/22 el nerviosismo se apoderó de los mercados, por la eventualidad de una cantada decisión del aumento de la tasa de intervención en la FED para su próxima reunión; y por la incertidumbre política que, viene atravesando el país por las declaraciones encontradas entre Ministros del mismo gobierno que, se contradicen entre sí en temas tan centrales como la financiación de programas gubernamentales, suspensión de contratos de explotación petrolífera en el país y últimamente por la declaración espontánea sin documento de política pública de la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez quien sólo pidió que se pensara en la congelación de precios.

Por todo lo precedente, el mercado se manifestó con 3 nuevos máximos históricos en el precio del dólar; primero en el transcurso del día 14 de octubre/22; igualmente, en la finalización de la jornada del mismo día; y en el denominado next day del 17 de octubre/22; así: $ 4.704 una hora antes del cierre; $ 4.636.83 máximo histórico al cierre de la jornada del 14 de octubre y $ 4.727 en el next day del 17 de octubre/22.

En consonancia con lo arriba establecido, se prevé una semana agitada en la volatilidad del precio del dólar; sin embargo, comienzan a darse señales tranquilizantes por parte del gobierno para el mercado, como lo constituye la suspensión de financiación de gasto público con títulos TES hasta finalizar diciembre/22; lo cual da seguridad a las calificadoras de riesgo, en relación con que, el gasto no se va a financiar con deuda pública por arriba de los niveles contemplados en la regla fiscal.

Así las cosas, es preciso superar la imagen que, el ejecutivo quiere violentar la autonomía del Banco de la República, con un diálogo de la mano del ministro de Hacienda José Antonio Ocampo quien es el presidente de la Junta Directiva del Banco de la República, con los miembros de dicho cuerpo colegiado; aprovechando la aprobación entre el 18 y 19 de octubre/22, del presupuesto de 2023 y del proyecto de reforma tributaria en su primer debate; para dejar claro a la Junta Directiva del Banco de la República que no se puede seguir actuando con la tozudez de solo pensar en la tasa de interés como fórmula única para afrontar la inflación; sino que antes por el contrario, el crecimiento económico y el empleo se solucionan con políticas públicas que actúen de frente con el incremento de la productividad sectorial e integral del país, en tacita armonía con las variables monetarias y fiscales de una política pública de cara a lo que sería el futuro Plan Nacional de Desarrollo de la actual administración del Estado central colombiano.

Finalmente, es preciso relievar el diálogo de las autoridades económicas como un todo, para llegar a fórmulas coherentes con la normatividad vigente, tal como lo exigen el principio de coherencia macroeconómica, el criterio de sostenibilidad fiscal y los fundamentos de derecho de la corte constitucional en los que, no se puede ejercer la autoridad monetaria, cambiaría y crediticia del Banco de la República sin guardar congruencia con el impulso al crecimiento, al desarrollo económico y a los niveles de empleo formal en la economía.