En el caso de violación de la periodista, dependiendo del odio de cada quién las acusaciones van y vienen sin censura; redes y medios enloquecen con el tema. Como Claudia Morales, más de quince mil mujeres denunciaron haber sido afectadas por algún tipo de acción sexual en 2017.

Por: Manuel Mejía

Llevamos ya pocos días de revuelo para saber quién es, en términos exactos y concretos, quién es el violador de una periodista. Suenan nombres, todos hombres de gran peso y dependiendo del odio de cada quién las acusaciones van y vienen sin censura alguna y las redes sociales y los medios impresos y digitales se enloquecen con el tema.

Igual con la violación de la que fue víctima la niña Yuliana Samboni, cuando la única figura de hombre violador es la de su agresor que ya cumple condena.

Igual con las violaciones dentro del mundo de las Farc, en donde todos señalamos con el dedo acusador al asqueroso criminal.

Los familiares son los agresores sexuales directos en más de la mitad de los casos,
liderando la lista los padrastros, seguido de los padres biológicos,
los tíos, los primos y los abuelos.

Pero parecemos ciegos ante el drama, solo echamos piedras cuando el caso es mediático y llamativo, y sólo levantamos las cejas de asombro al conocer que más de quince mil mujeres denunciaron haber sido afectadas por algún tipo de acción sexual en 2017, de las cuales casi trece mil son menores de 18 años, y en el rango de mayor afectación se ubican las niñas entre los 10 y los 13 años, con casi seis mil casos atendidos. Los familiares son los agresores sexuales directos en más de la mitad de los casos, liderando la lista los padrastros, seguido de los padres biológicos, los tíos, los primos y los abuelos.

Y eso con los datos conocidos y denunciados. Nada sabemos de los miles de casos no denunciados.

Lo triste de todo esto es que el asunto de la violencia sexual e intrafamiliar es un tema no tratado por ninguna campaña política y en donde a ningún candidato parece le preocupa, y mientras este drama no se convierta en un asunto de Estado, como varios más, nos quedamos pendientes del siguiente caso de violación para echar piedras cibernéticas.

Y hablando de…

Y hablando de actuaciones frente al problema, llama la atención que la respuesta del alcalde bogotano ante la creciente inseguridad, sea la de prohibir la figura del patrullero hombre en las motos con caballaje superior a 125 cc, y solo me recuerda a cierto personaje que, ante las infidelidades conyugales no tiene acción diferente a vender el sofá.