Un contrapeso a la necropolítica colombiana.
Por Hamilton Castro Delgado
Leía hace poco en una columna publicada en el periódico El Tiempo y escrita por la columnista Juliana Mejía la siguiente frase: “el diálogo social le resta oxígeno a la violencia en una democracia”,(“Valiente es Dialogar – Columna de Juliana Mejía – Columnistas – Opinión – ELTIEMPO.COM” s/f) y acababa de leer también otras dos columnas donde se mostraba la crudeza de la violencia en nuestro país, en donde se ha ejercido el poder a través de la necropolítica. (“Muertos buenos y malos o la necropolítica en Colombia – Cerosetenta” s/f; “Muchos fantasmas recorren Colombia – Cerosetenta” s/f) Y reflexionaba sobre lo difícil que ha sido desde sus inicios la construcción de la democracia en Colombia, empezando porque las ideas sobre las que se cimentó el ideal de una República en nuestro país, es decir, los famosos principios de la Revolución Francesa que todos hemos oído alguna vez: “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, “Derechos universales del hombre y del ciudadano”, y nótese bien, del ciudadano, hombre, blanco y rico. Han sido palabras muy bonitas e inspiradoras, ¿quién diría que no?, si estas ideas provocaron un montón de revoluciones en toda América por allá en los años mil ochocientos, dizque para liberar del yugo de los imperios coloniales y fundar estados soberanos y libres.
¿Pero qué pasó con todo eso?, ¿acaso hemos conseguido la tan ansiada libertad, igualdad y fraternidad?, ¿acaso ya nos descolonizamos? Pues el balance es que después de la “independencia” del Imperio Español, y a pesar de tanta sangre, violencia, cambios constitucionales y sucesión del poder entre las élites criollas en el siglo XIX y luego durante el siglo XX, el resultado de la nueva Republica “democrática”, ha sido, en la historia de nuestro país, que se ha gobernado a través del terror de la muerte, de la necropolítica, de los asesinatos selectivos, en un principio entre centralistas y federalistas, luego entre liberales y conservadores, en otro momento de campesinos sospechosos de apoyar a los guerrilleros, y
después con la atrocidad de los movimientos paramilitares y el narcotráfico que se nos ha metido hasta en la sopa. O sino recordemos los actos paraestatales de nuestra historia reciente, con el caso de los jóvenes pobres del municipio de Soacha, los tristemente famosos falsos positivos, para llegar a nuestro momento presente y hacernos conscientes de que estamos escuchando a diario en las noticias sobre matanzas de líderes sociales y ambientales, hasta el punto de que ya lo hemos normalizado (13 Mbembe. 1999. Necropolitica, n.d.; Muchos Fantasmas Recorren Colombia – Cerosetenta, n.d.; Muertos Buenos y Malos o La Necropolítica En Colombia – Cerosetenta, n.d.).
Y es que, si uno se pone a reflexionar en la violencia de la historia reciente de nuestro país, nota que está muy normalizado que ciertos muertos sean “buenos muertos”, que ciertas personas sean “desechables”, examínese, por ejemplo, el caso ocurrido en Barranquilla en 1992, donde se asesinaron varios habitantes de calle para vender sus cuerpos y usarse en las prácticas de una Facultad de Medicina, o los falsos positivos, o las matanzas de líderes sociales que defienden es la tierra. Estas matanzas son una muestra de la forma en que se gobierna en nuestro país a través del terror y de la muerte (13 Mbembe. 1999. Necropolitica, n.d.; Muertos Buenos y Malos o La Necropolítica En Colombia – Cerosetenta, n.d.).
Y es que la necropolítica en nuestro país es necesario comprenderla asociada a una economía de territorio, es decir, al control territorial por parte de grupos armados, al control de corredores legales e ilegales, a recursos y extractivismo, etc. Y todo esto da como resultado lo que el filósofo Achille Mbembe define como: yo mato a los desfavorecidos para mejorar el cuerpo social. A lo que el columnista Juan Ricardo Aparicio, dice contraponerse totalmente a lo que debería ser una democracia republicana, en donde se busque aprender a vivir en medio de las diferencias, en vez de aplanarlas con la bota de la muerte (13 Mbembe. 1999. Necropolitica, n.d.; Muertos Buenos y Malos o La Necropolítica En Colombia – Cerosetenta, n.d.).
Para intentar proponer una solución a lo anterior, me pareció muy interesante lo que dice la columnista Juliana Mejía en su columna titulada Ideología política: ¿una línea recta? y publicada en el mes de noviembre de 2022. Pues nos propone algo muy interesante desde el punto de vista lingüístico y político, y es que, desde los inicios de los Estados republicanos, se ha dado un peso exclusivo y excesivo a la famosa dicotomía izquierda-derecha, o, en otros términos, igualdad y libertad, o Estado y Mercado. Y es que estas palabras y sus significados,
aparentemente contradictorios, han generado, nada más y nada menos que la división del planeta entero durante la Guerra Fría, división que nos ha sido impuesta desde el otro lado del charco, desde Europa y Estados Unidos y se ha instalado en nuestra manera de entender el mundo y relacionarnos con el Otro, al modo de lo que Edward Said llama una hegemonía cultural (“12 Said orientalismo introducción”, s/f). Pero se nos estaba escapando una palabra importante en esta famosa formulación y es la de Fraternidad, que viene del latín “frater”, que significa “hermano” (Ideología Política: ¿una Línea Recta? – Columna de Juliana Mejía – Columnistas – Opinión – ELTIEMPO.COM, n.d.).
Y es que esta tercera palabra en la famosa fórmula francesa que mencioné al principio tiene una dimensión relacional que busca establecer un lazo sólido entre las personas, y esto me parece muy interesante y potente desde el punto de vista del lenguaje y de la construcción de significados y discursos políticos que podrían intervenir como fuerza histórica. Pues como dice el sociólogo jamaiquino Stuart Hall, es posible plantearse una lucha ideológica o de ideas, en donde se apropien ciertos significados y ciertas palabras, con la posibilidad de desarrollar una lucha de clases en el lenguaje, mediante la reutilización, o resignificación de rastros de cadenas ideológicas de palabras o significados de relaciones sociales del pasado, que los diversos movimientos sociales pueden recoger y resignificar a su favor. Por lo tanto, los diversos movimientos sociales progresistas, pueden tomar la bandera de la Paz, como una bandera común de articulación y fundar una nueva sociedad a través de la noción de Fraternidad, en donde cada vez nos ocupemos más del factor humano de sabernos una “hermandad”, y donde hagamos uso del poder de la escucha del Otro, como reflexiona Juliana Mejía (“El poder de la escucha – Columna de Juliana Mejía – Columnistas – Opinión – ELTIEMPO.COM” s/f), para romper con las distancias de los binarismos de Igualdad-Libertad, Estado-Mercado, que tanto nos han dividido a través de estos siglos recientes de historia moderna y particularmente en la historia marcada por la violencia y la necropolítica de Colombia (Hall, 1985; Ideología Política: ¿una Línea Recta? – Columna de Juliana Mejía – Columnistas – Opinión
– ELTIEMPO.COM, n.d.).
Bibliografía
“12 Said orientalismo introducción”. s/f.
“El poder de la escucha – Columna de Juliana Mejía – Columnistas – Opinión – ELTIEMPO.COM”. s/f.
Consultado el 2 de noviembre de 2023.
https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juliana-mejia/el-poder-de-la-escucha- columna-de-juliana-mejia-700695.
Hall, Stuart. 1985. “Significación, representación, ideología: Althusser y los debates postestructuralistas”.
“Ideología política: ¿una línea recta? – Columna de Juliana Mejía – Columnistas – Opinión – ELTIEMPO.COM”. s/f. Consultado el 2 de noviembre de 2023.
https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juliana-mejia/ideologia-politica-una-linea- recta-columna-de-juliana-mejia-722116.
Mbembe, Achille. s/f. “13 Mbembe. 1999. Necropolitica”.
“Muchos fantasmas recorren Colombia – Cerosetenta”. s/f. Consultado el 2 de noviembre de 2023. https://cerosetenta.uniandes.edu.co/muchos-fantasmas-recorren-colombia/.
“Muertos buenos y malos o la necropolítica en Colombia – Cerosetenta”. s/f. Consultado el 2 de noviembre de 2023. https://cerosetenta.uniandes.edu.co/necropolitica-colombiana/.
“Valiente es Dialogar – Columna de Juliana Mejía – Columnistas – Opinión – ELTIEMPO.COM”. s/f.
Consultado el 3 de noviembre de 2023.
https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juliana-mejia/valiente-es-dialogar-columna- de-juliana-mejia-822206.