Señor Jaime González, escuche las súplicas de uno de los sectores de la población más vulnerable por la pandemia del nuevo coronavirus. 

La modificación de la Ruta 125 (V-74) dice que sólo se permitirá la movilidad de los colectivos hasta el Kartódromo desde el 22 de julio y hasta nueva orden, fue la gota que rebosó la copa de los conductores del servicio público urbano colectivo del municipio de Fusagasugá.

Indican muy molestos que están exponiendo además de los usuarios, a los conductores y el capital invertido por los empresarios en los vehículos, porque el sitio que se adecuó para el giro no garantiza seguridad vial.

Señalan que por la falta de apoyo de los gerentes de las empresas del transporte del municipio de Fusagasugá, no se están llevando a cabo los protocolos de bioseguridad que exige el virus para evitar su contagio.

Incluso, indican que se está vulnerando el derecho a la igualdad, porque las rutas intermunicipales ya aprobadas sí lograron el aumento del precio del pasaje a causa de no poderse llenar el vehículo, y el servicio urbano que en otras partes del país subió por la situación atípica su costo temporalmente a 2 mil pesos, en Fusagasugá se mantiene inmodificable: mil 700.

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Además, reclaman al menos por la temporada de la pandemia, la suspensión de los sensores, argumentan que están siendo perjudicados los ancianos, las personas en condición de discapacidad, quienes van con menores, y especialmente los conductores en sus ingresos.

Así se expresaron en el comunicado enviado a Fusagasugá Noticias Periódico Digital frente al tema de los sensores:

«Para nadie es un secreto que el uso de los sensores en el transporte público en Fusagasugá no ha dejado de ser una molestia tanto para los pasajeros como para sus respectivos operarios. Ahora se nos presenta un problema mas complicado ya que el uso de la puerta del «pato» o acompañante está prohibido utilizarla y así recuperar lo que lo que de una u otra forma el sensor o dispositivo de conteo nos quita. El desfalco se presenta porque este dispositivo marca o cuenta las bolsas grandes, bordones, paraguas; los pasajeros que se quedan parados en el sensor los cuenta hasta 3 veces dependiendo el tiempo que duren parados en escalón donde están instalados, a eso súmele algo mas grave que no se puede hacer la desinfección en los puestos de atrás, debido a que  cada vez que suba, este marca pasaje y no hacen los respectivos descuentos; el costo de los insumos utilizados para el aseo o desinfección los están pagando los mismos conductores y aparte de eso los dispositivos están mal calibrados y les están cobrando a los conductores hasta 15 mil y 20 mil pesos mas que marcan los aparatos. En este tiempo de pandemia deberían no estar funcionando y menos en esa forma, además hay un porcentaje de pasajeros que no pagan el valor del pasaje completo».

Afirman, que como no tienen los recursos económicos suficientes, ni las empresas los están apoyando para mantener las exigencias de la Alcaldía frente a la desinfección de los vehículos tras cada viaje, entonces podría convertirse este medio en un foco de contaminación por la pandemia que en Fusagasugá avanza de manera significativa.

Denuncian además, que solamente en una oportunidad les entregaron gel antibacterial, tapabocas y líquido desinfectante. De ahí en adelante ellos, los conductores han sido los responsables de su pecunio mantener la asepsia.

Reclaman de manera respetuosa al secretario de Movilidad y a la Alcaldía, buscar los mecanismos para encontrar soluciones rápidamente a las serias problemáticas que los aquejan.

Por: Alejandro Castro Guerrero