“Los campeones no se hacen en los gimnasios. Los campeones están hechos de algo que tienen muy adentro de ellos: el deseo, un sueño y una visión”. Mohammed Alí, Ex-boxeador estadounidense. (1939-)
Por un instante piense en los sacrificios que un atleta debe hacer para triunfar, horarios agotadores, dietas, presión por la competencia, adversidades personales, lesiones y otras dificultades. ¿Estaría usted dispuesto a hacer ese tipo de sacrificios por el deporte? Ana María Cifuentes, sí está dispuesta y por eso es Campeona Nacional de Atletismo en los 3 mil metros planos.
Con la ayuda y guía de sus padres y entrenador, esta joven de escasos 16 años, ha logrado superar obstáculos y ha empezado a caminar en la ruta de sueño trazado, dándonos a todos, en especial a nuestras niñas, lecciones de disciplina, constancia y mucha inspiración.
Ana es una adolescente, pero su vida es muy diferente a las de las chicas de su edad. Ella pasa cerca de 21 horas a la semana entrenando y estudia desde su casa. Poco tiempo tiene para ir de paseo con sus amigas o realizar alguna otra actividad propia de su edad.
Su más reciente satisfacción fue ganar la Medalla de Oro en los Juegos Nacionales celebrados en la ciudad de Medellín, en la categoría menores de 18 años, modalidad de 3 mil metros planos. Un triunfo grande y significativo, pero desconocido para la mayoría de coterráneos fusagasugueños que no se enteraron.
Desde que tenía 6 años, Ana supo que quería ser deportista, “Siempre me gustó el deporte, empecé con el patinaje, no me gustaba mucho, pero tenía a mi hermana como guía y ella practicaba patinaje… Me gustaba mucho correr pero no había un club formado como tal en Fusagasugá, un día llegó una competencia que se hacía acá y llegó el momento de correrla y me gustó, ahí ya contactamos a Guillo (Su entrenador) y desde ahí empezaron las ganas con este deporte… Espero llegar muy lejos y guiar a muchas personas que vienen detrás de mí… pretendo que el deporte me ayude en la parte estudiantil con una beca, por ejemplo en los Supérate dan becas, entonces espero que el deporte me ayude a formarme como persona y como profesional, me gusta la fisioterapia… antes salía del colegio a las 4 y media y llegaba a entrenar como a las 5 y no podía entrenar sino una hora pero ahora estoy estudiando en un colegio virtual y eso me permite entrenar 3 horas cada día”.
Y con esa disciplina entrena con la mirada puesta en su gran meta, su visión a futuro, “El gran sueño que tengo es correr en unos juegos olímpicos, representar muy bien con la selección Colombia… Gracias a Dios mis padres siempre me han apoyado, siempre están conmigo, tratan de estar en todas las competencias acompañándome, sintiendo el apoyo de ellos cada vez más cerca y les agradezco de todo corazón por eso”
Cuando le preguntamos sobre su vida social, no duda en responder, “¿amigos?, tengo los del colegio donde estaba, en el Colegio Manuel Aya, los de acá del entrenamiento, porque aparte de estar acá entrenando, es como estar con otra familia y novio no tengo… yo lo que hago es entrenar y salir para la casa, los fines de semana estar en la casa con la familia… lo que más me gusta es entrenar… también leo cosas relacionadas con el deporte, nuevas marcas y cosas de fisioterapia también, pero lo que más disfruto es entrenar… antes la dieta era más relajada pero ahora llegué a u la Fundación Deporte y Futuro y ellos tienen la parte médica con el Dr. Rodolfo Pinzón y hemos cambiado varias cosas de la dieta, por ejemplo las carnes antes de la competencia, los lácteos, los dulces, trato de no consumirlos mucho, las gaseosas, pero vale la pena el sacrificio… a los niños les digo que si les gusta, les apasiona no se cierren a la pereza, pero que tampoco sean obligados por los padres o demás personas que los inciten a hacer deporte, pero que lo hagan con gusto, es una parte de la vida que uno se disfruta mucho si lo hace con amor”.
Guillermo Cantor García, es “Guillo”, su entrenador, parte importante de su formación y desempeño, con él conversamos un poco acercade Ana y de sus propios triunfos y expectativas, “Con Ana llevamos 9 años trabajando, con ella iniciamos el Club de Atletismo Fusagasugá CAFU, iniciamos la preparación y la conformación del club, porque para estar en eventos nacionales debíamos pertenecer a un Club, ese Club a una Liga y la Liga a la Federación… Hemos tenido la oportunidad de participar en muchas competencias con Ana María, ella es la única deportista del Club y de hecho de Fusagasugá, que ha obtenido una medalla de oro internacional, eso fue el Campeonato Suramericano Infantil y en la Fase de intercolegiados de Supérate que se hizo en la ciudad de México”.
Pero así como tiene claras las conquistas de Ana, también recuerda las propias, “Fui campeón juvenil en la prueba de la media maratón, fui medalla de bronce en los 10 mil metros, en los juegos del 98 fui medalla de plata y de bronce, he representado a Cundinamarca en 3 juegos nacionales, la última en el 2004, coroné la Media Maratón fue el puesto número 5, puesto 14 en un cross suramericano en Cali, fui campeón en una modalidad que se llama duatlón en un campeonato panamericano en Cali, el año pasado corrí una maratón en Medellín y ocupé el 4 lugar, el tiempo que hice me da para clasificar a una de las maratones que se hace en USA, en este momento estoy en el proceso de hacer los trámites para ir a la maratón de Miami… Yo sigo entrenándome y entrenando a los niños porque eso hace parte de la motivación que les doy a los niños, decirles que sigan entrenando que no es fácil, pero con un poco de sacrificio y disciplina se puede lograr”.
El profe Guillo sabe que Ana María es una gran atleta y reconoce que es su ímpetu el que le ha permitido caminar en el sendero de la victoria, “Yo creo que Ana llegó siendo muy niña, a los 7 añitos, pero el mérito no es tanto mío sino de ella, lo que ella nos ha permitido ver es el amor, las ganas que tiene por el deporte, esa constancia y la disciplina nos ha dado para continuar con el proceso, al club han llegado muchos pero varios se han ido, ella es constante, le ha tocado sacrificar cosas familiares, de pronto sus actividades a nivel social, porque esto es de disciplina, y afortunadamente ha aceptado la rutina, la disciplina, la exigencia para poderse mantener y los resultados que cada día tiene le han permitido seguirse motivando para poder logra el objetivo que tiene, estamos en el proceso, ella empezó muy temprano y los resultados lo han demostrado… creo que una de las cosas más importantes es el apoyo de los papás, ellos han sido los que la han apoyado desde lo económico, lo emocional, han confiado en mi trabajo, a veces tener que aceptar decisiones
que yo he tomado referente al deporte, decisiones como tener que cambiarla de colegio porque el horario no le dada suficiente tiempo para entrenar, eso para mí es importante porque veo que ellos confían en lo que estamos haciendo… Lo que Ana María ha demostrado nos permite a todos ilusionarnos y soñar con muchas cosas a futuro. Yo me la imagino en unos juegos olímpicos, es el sueño más grande que uno puede alcanzar, ahora diríamos que tenemos que llevar el sueño con calma, escalando la montaña paso a paso, pero con las condiciones que ella tiene se puede, sin que nos aparezcan cosas externas que de pronto se nos presenten, podemos lograr un cupo a una olimpiada… Aquí por ejemplo viene Erika Abril a entrenar, ella estuvo en estos Juegos Olímpicos y es un ejemplo, una motivación para Ana y para nosotros, no es imposible estar en una olimpiada, ella tiene la disciplina, la responsabilidad y el compromiso, eso ha sido fundamental con Ana María… Nuestra relación como entrenador y alumna es casi como si fuera de padre a hija, el proceso es tanto en la parte deportiva como en la parte personal”.
Cuando le pregunté acerca de lo que siente cuando Ana María gana una medalla de oro, sus ojos alcanzaron a mostrarse húmedos, respiró profundo y luego respondió, “Yo creo que es la felicidad de decir que trabajamos con mucho sacrifico y ahí está el resultado de lo que nos tocó esforzarnos, lo que nos tocó sacrificarnos para alcanzarlo. Así como nos hemos emocionado y hemos llorado de alegría, también nos ha tocado llorar de tristeza por las derrotas, pero eso hace parte de poder ir ajustando las cosas… desde el comienzo de año dijimos
que el reto era estar en los Juegos Nacionales y se logró ser medallistas y también hacer un buen tiempo para poder ir a un Suramericano, en este momento estamos esperando lo que nos diga la comisión técnica de la Federación, para ver si con el resultado de ella vamos o no… Se llena uno de mucha emoción porque cuando ella gana, uno ve el resultado de lo que planeamos, edificamos y finalmente se cumplió la tarea…Cuando hemos perdido, hemos evaluado el proceso igual que cuando ganamos, todo hace parte del proceso, la parte sicológica también hace parte del proceso, trato de ser muy recursivo en ese sentido, mirar que ella sea fuerte en la competencia, no sólo de condición física sino de mentalidad positiva y ganadora, eso es lo que hemos querido construir con ella”.
El profe Guillo Cantor no tiene un sueldo por el entrenamiento, alguna vez estuvo trabajando como monitor de la Escuela de Atletismo de Fusagasugá, pero el salario no compensaba la cantidad de trabajo, así que decidió continuar con los niños del club, trabajando, entrenando y logrando resultados, como en el caso de Ana, eso le da más satisfacción, aunque algo de apoyo en ese sentido no le vendría mal.
Por ahora Ana, sus padres y Guillo, esperan que la Federación Colombiana de Atletismo acepte su participación en los Juegos Suramericanos que se llevarán a cabo en Argentina, luego quieren ir a Sudáfrica y sin dejar de trabajar, sueñan con una clasificación a los próximos Juegos Olímpicos.