Por: Andrés Montes- Enviado especial Vuelta a Colombia

Jhojan García llegó a la bicicleta porque dejó de ser niño. Sus papás solían llevarlos a él y a su hermana, Nohelia, en una misma motocicleta, pero cuando Jhojan tuvo 10 años y ella ocho ya les fue imposible seguir transportándolos de esa forma. Por eso les pidió una bicicleta a su tío Joaquín y a su mamá, Beatriz.

Su tío montaba y organizaba ciclopaseos en los que Jhojan participaba, al lado de dos primos más, Iván Ramiro Sosa, quien hoy corre con la escuadra italiana del Androni, y otro que murió por un cáncer, pérdida que hizo que Iván y Jhojan se entregaran de lleno a los pedales. (Le puede interesar: Iván Sosa, el ciclista de Pasca que brilla en las carreteras europeas)

Comenzaron juntos en la escuela del Inder de la Liga de Cundinamarca, a los 12 años. Competían y entrenaban como si fueran hermanos. Los 15 años fueron para Jhojan García el inicio del sueño. Su primera competencia fue la Vuelta al Futuro de 2013, que se corrió por el equipo Canapro, de Antioquia.

En la edición del año siguiente, en un circuito que terminó en Pereira, selló su primer título. Cuando vio que tenía con qué llegar lejos buscó él mismo al profesor Luis Fernando Saldarriaga, quien es uno de los responsables de que Nairo Quintana, Miguel Ángel López y Egan Bernal hayan llegado a la élite de este deporte.

El Manzana Postobón Team es la única escuadra colombiana en la categoría profesional continental y para García fue un gran éxito haber ingresado y trabajar bajo las órdenes de un formador como Saldarriaga.

El ascenso a Las Palmas probó la fuerza de sus piernas. Primero lo midieron en un test de vatios en el que se empleó a fondo. Luego fue la prueba reina de su examen en el equipo. Tenía que subir el puerto en 20 minutos. Eso mismo hicieron hace años Nairo Quintana, Sergio Luis Henao y Esteban Chaves. Jhojan, a sus 16 años, quedó a 300 metros de lograr la hazaña e igualarse con los grandes del ciclismo de nuestro tiempo.

El resultado, sin embargo, le demostró a Saldarriaga que al frente no estaba un cualquiera. Pero “una cosa es el tiempo que se hace en el entrenamiento y otra el de carrera, que es realmente difícil”, señala Jhojan, ahora de 20 años, mientras participa en la edición número 68 de la Vuelta a Colombia, en la que su director solamente le pide que aprenda y se divierta.

Pero Jhojan es ambicioso y quiere quedarse con dos camisetas: las de mejor de los jóvenes y el mejor sub-23. El año pasado fue muy bueno para él. Corrió la Vuelta a Madrid, a Asturias, a Eslovaquia y la Clásica de Amorebieta, y en todas estuvo entre los 30 primeros. Este año estuvo en la Vuelta a Cataluña, en donde rodó al lado de Alejandro Valverde, Simon Yates, Tejay van Garderen, Pierre Latour y Nairo Quintana, quien para él es el mejor ciclista colombiano.

A quien no ha vuelto a enfrentar es a su primo, Iván Ramiro Sosa, quien este año ha ganado el Tour de Bihor, la Adriática Ionica y el Tour de Sibiu, en Rumania.

“Quise correr junto a él en la Oro y Paz, pero el equipo no me llevó. Sin embargo, fui a verlo en la llegada los últimos tres días”, recuerda Jhojan, cuya palabra preferida es agradecimiento, que es lo que siente con toda la gente que lo ha ayudado en su promisoria carrera: sus padres, Lucho Herrera, Miguel Ángel López, y sobre todo sus técnicos y compañeros.

Precisamente al Jardinerito es a quien quiere saludar este viernes, cuando la Vuelta llegue a Fusagasugá. Espera poner en práctica uno de los consejos que le dio uno de los mejores escaladores de todos los tiempos: “Cuando ataque, no mire hacia atrás sino hasta que llegue a la meta”. Intentará llegar primero a su pueblo, como lo hacía Lucho. Jhojan García está siguiendo sus pasos.

Fuente EL ESPECTADOR.COM