Alex López asegura que conoció el satanismo en medio de la rebeldía de un adolescente que quizás reclamaba las atenciones de dos padres, que por asuntos de trabajo, no podían permanecer junto a él, tal vez como lo necesitaba.
En la soledad, carencia de afecto y orientación de sus progenitores, afirma que conoció lo más oscuro en lo que puede caer el ser humano.
Una vida de drogas, alcohol, sexo irrespetuoso, abusos a su integridad física y un incesante odio a la Creación, atraparon a este joven que aseguró haber «tocado fondo».
Dijo que el serle fiel a una creencia demoníaca para su vida, comenzó desde que empezó a refugiarse en el «Black Metal», género musical que aunque no causa los mismos efectos sobre todos los que gustan de tal estil, para él, un hombre desorientado y dominado por las drogas, servían como cantos a todas las entidades que se oponían al reconocimiento de Dios.
A pesar de su profundo e inexplicable rencor con el Altísimo, dentro de sí, Alex López reconocía la existencia de Dios, aun cuando asegura » hacia todo lo opuesto pues para mí, Él no significaba nada, como satánico debía hacer todo lo contrario al bien, incluso llegue a drogarme con las hojas de la Biblia«, puntualizó.
Aceptar la existencia de un ser superior, quizás fue su boleta de salvación, cuando en medio de un rastro de cordura, reflexionó y reconoció su mala conducta. Justo en ese tiempo dejó colar la presencia del Espíritu Santo que le susurró «arrepiéntete, confiésate y comulga».
Incrédulo, pero dando un paso al frente para su sanación espiritual, eventualmente dejaba de hacer las cosas que pactaba con sus demonios.
«Enfermé y estuve en cama, allí el diablo se aprovechó de hablarme, me mostró todo lo que yo era, en lo que había convertido a mi familia», al parecer con valentía seguía confiando en la voz que lo invitaba a ser un hombre de bien.
Dijo que » en una oportunidad estaba frente al diablo, este tenía un cuchillo y quería asesinarme, pero detrás de mi estaba un hombre, cuando sentí morir, escuche su voz», asegura que era Dios reprendiendo al maligno.
Luego de ese episodio, manifestó que asistió a la Iglesia y se confesó. Al salir » sentí la paz y la llenura que nunca había sentido en mi vida».
Con el pasar del tiempo y a medida que sanaba su cuerpo y su alma, fue acercando a Dios a todas aquellas personas que estaban en la misma situación, dentro de ellas su actual esposa Nancy Orjuela y a su propia hermana.
Ahora, Alex López va por el mundo llevando su testimonio, para este sirva de reflexión y ejemplo a las personas que se encuentran del lado incorrecto, ese del cual Dios lo libró hace 18 años.
Redacción: Fusagasugá Noticias