En los sistemas operativos de los teléfonos inteligentes ha sucedido algo inimaginable hace algunos años. De repente, en las tiendas de aplicaciones hay desarrollos creados por personas que nunca han pasado por una universidad y por los que reciben ingresos.

El fenómeno está llegando a reputadas compañías tecnológicas como Apple, Google e IBM que han admitido públicamente que están contratando personas sin títulos profesionales para liderar labores en las que antes ese era un requisito indispensable.

La trascendencia que ha adquirido el sector tecnológico en la economía mundial ha permeado en la demanda de profesionales afines a sus necesidades. Este panorama se da en medio de la era de la democratización del acceso al conocimiento que reduce brechas y desde el mundo digital reta las estructuras tradicionales; hay cientos de adolescentes en Colombia y miles en el mundo que silenciosamente se preparan para desafiarlas.

Un rostro de esta realidad es Samuel García, un colombiano de 15 años que apenas cursará décimo grado en el colegio Liceo San Basilio Magno de Bogotá, pero que desde los 10 años se interesó por la computación de manera autodidacta desde su casa.

A esa edad buscaba tutoriales y descargaba documentos para abordar su intriga de cómo se construía internet.

En una plataforma gratuita aprendió “lo más básico”, el lenguaje HTML para desarrollar páginas en internet. Navegando en la red se encontró con un video del guatemalteco Christian Van Der Henst y el colombiano Freddy Vega, cofundadores de la plataforma Platzi que ofrece cursos en línea.

Eso lo llevó a ser parte del curso gratuito de programación básica del sitio en el que aprendió a entender lenguajes complejos, a crear funciones, eventos, objetos y a diseñar algoritmos.

Sus padres Víctor Hugo García y María del Pilar Vargas, ambos comerciantes, lo veían interesado, así que de regalo de Navidad le dieron una suscripción paga a la plataforma.

Resultado de imagen para Samuel Garcia y Uziday

«Yo lo vi como animado, veía videos, buscaba información y así ha seguido juicioso en cada uno de los cursos”, cuenta García.

Samuel completó los cursos de Frontend, que es la parte de los desarrollos relacionada con las interacciones con los usuarios y con destreza está avanzando en conocimientos en HTML5, CSS3 y JavaScript, sofisticados lenguajes de programación.

Logros de un dedicado emprendimiento

También en línea, Samuel aprendió sobre emprendimiento; desde asuntos relacionados con finanzas y aspectos legales, hasta a hacer cap tables (tablas de capitalización), de base tecnológica.

Así lanzó su primera startup, que construyó junto al uruguayo Lautaro Umpiérrez, quien también tiene 15 años. Samuel es el director ejecutivo y Lautaro el director de tecnología.

“Es una solución que revolucionará la forma como manejamos nuestros días. Vamos a utilizar el método de gamificación para que las personas vean su vida como un juego. Consiste en que incentivamos a las personas a que hagan sus tareas en tiempos récord, podrán organizar su agenda y tratar de optimizarla. Los usuarios que mejoren sus tiempos en sus tareas diarias irán ganando puntos y subiendo de niveles”, explica Samuel.

La aplicación se llama UziDay y busca combatir la procastinación para que las personas aumenten su productividad en el día. El nombre proviene del idioma esperanto en el que usabilidad se dice uzi y se complementa con día en inglés, day.

¿Cómo formar parte de UziDay?

Para construir una base de usuarios, en la página www.uziday.com han habilitado un formulario para las primeras personas interesadas en usar la primera versión, que estará lista a principios de febrero.

Resultado de imagen para Samuel Garcia y Uziday

Para buscar financiamiento en la primera fase, harán una campaña en una plataforma de crowfunding (financiamiento colectivo) y después de iniciar operaciones sí esperan atraer inversionistas.

“Lo hemos hecho solos sin ayuda de nadie, todas las tardes hacemos videollamadas para organizar nuestras ideas y plan de negocio. Estamos definiendo cómo hacer para que la gente se divierta, que no sea una aplicación que dure pocos días, sino que sea parte de la vida de las personas”, asegura Samuel.

Este joven emprendedor dice que está listo para crear soluciones que puedan mejorar el ecosistema de las startups en América Latina.

Él, que vive a diario las diferencias entre la educación presencial y en línea, afirma que “es frustrante” que en los colegios no estén preparando a los estudiantes para lo que la industria necesita, aunque destaca las interacciones sociales que ahí se tienen.

“Quiero mostrar a los jóvenes que tal vez no tengas experiencia o dinero, pero, si te juntas con la gente adecuada y le metes ganas, puedes lograr lo que quieras”, recalca Samuel.

Necesidades de emprendedores como Samuel en Colombia 

En Colombia hacen falta más de 50.000 profesionales en las áreas de tecnologías de la información, según estimaciones del Observatorio TI del Ministerio de las TIC y la Federación Colombiana de la Industria de Software (Fedesoft). “Siempre hablamos de brecha y de que las personas no quieren estudiar carreras con tecnología. Al mirar estos emprendimientos que van naciendo, uno se ha dado cuenta que se ha hecho un buen trabajo en evangelizar en por qué este es el futuro”, le dijo a Dinero Paola Restrepo, presidente de Fedesoft.

La directiva gremial es enfática en decir que las empresas de todos los sectores serán digitales, por lo que esa es la dinámica que se necesita en el país. «La única forma de permear las industrias es teniendo una industria de plataformas y servicios asociados fuerte”, comenta.

El debate que se abre ahora es si realmente se requiere que todas esas personas que el país necesita con conocimientos en estas áreas tendrían que pasar por instituciones tradicionales de educación superior o si serán bienvenidas al ecosistema los autodidactas que hayan aprendido este tipo de habilidades por medio de plataformas de educación en línea.

 

Fuente: Dinero.com