Por: Byron Valencia
Que somos una nación de gente y trabajadora. Cierto. Que existen libre pensadores. Cierto. Que también hay inconformidad por el prolongado abandono social en que los ostentadores del sistema y manipuladores del régimen, han mantenido a la inmensa mayoría de los colombianos. Más cierto.
Que este estallido socio-emocional, es válido. Cierto. Que todos tenemos derecho a expresar nuestra inconformidad. Más cierto. Que todos los gobiernos han hechos cosas buenas. Muy cierto. Pero que el terrorismo suramericano financiado por el narcotráfico quiera a base de sangre acabar con la institucionalidad, ese es otro asunto que no debemos tolerar.
Al gobierno le ha faltado brújula política y por eso está pasando afugias. No es la hora de hablar, por hablar. El Gobierno que tiene todas las herramientas, debe promover una reforma a las estructuras sociales, políticas y ambientales y no sentarse con esos utilitaristas de la hacienda pública a escucharles sus inagotables ocurrencias.
Al final, todos, terminan nadando en un piélago de babosadas. Imponer el macabro sistema socialista cubano-venezolano a punto de amenazas, jamás. Sustituir el Estado social de derecho por acuerdos convencionales, cómo si fuéramos todos «farinellis», nunca. Es el momento en que el gobierno recupere la autoridad. Que ejerza cómo primer magistrado y como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y de Policía.
Colombia es un Estado unitario y no federal, en dónde cualquier alcalde, envalentonado y perverso, quiera romper la fuerza de la institucionalidad. Las FF AA. Y de Policía, a la calle a defender las instituciones, la democracia y la vida, honra y bienes de todos los colombianos, sin exclusión alguna. Esos autosuficientes y antipatriotas, que fungen villanamente, cómo organizadores del paro, a la cárcel por terrorismo económico y genocidas morales de la juventud y de colombianos, aún incautos.
No más. Basta ya de terrorismo, de la violencia y el pillaje, y, basta ya, de la inocultable cobardía del Gobierno.
valencia.byron@gmail.com