“Cree en tu capacidad de hacer el bien”.

Por: Julián Gelvez

Elevar la sensibilidad humana por estos días parece una tarea quijotesca, tanto así que hacer el bien ya es considerado algo extraño y sin sentido.  La pregunta que se suscita en este momento es: ¿En qué momento dejamos de ser humanos? Podemos encontrar infinidad de respuestas, por ejemplo hay quienes piensan que es el afán de acumular el que nos ha despojado de esa sensibilidad, otros piensan que establecer el sistema económico mundial moderno nos ha costado caro porque hemos perdido nuestro espíritu, tal como lo afirma la biblia en el libro de Mateo (16:26) Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”. Pareciera que entre más nos obsesionamos con lo material perdemos nuestra esencia, nuestro espíritu. Lamentablemente este tipo de acciones y pensamientos se han inscrito en nuestros corazones como un comportamiento «normal» y que ya no hay esperanza ni tiempo para fabricar milagros.

Como lo dijimos anteriormente parece una tarea quijotesca el hacer el bien en nuestra era. Practicar el amor fraterno, parece ridículo ante los ojos de la humanidad, pero quienes lo hacen, quienes son héroes por un día (quizá) se pueden considerar héroes. Dar esperanza en nuestro mundo parece encender las llamas del perdón. Inclusive practicar el perdón parece paradójico donde cada vez el odio se legitima en el pensamiento humano.

Perdonar libera… tanto el que perdona es libre como el perdonado es sacado de su cautiverio también. Igualmente la compasión y ponerse en el lugar del otro parece extraño y se ven con ojos de asombro las maravillas de la compasión. Hay quienes literalmente se quitan el pan de la boca para dárselo al más necesitado, otros salvan animales de las calles y de las inclemencias tanto del tiempo como del mismo ser humano. Nos hemos convertido en la especie más peligrosa de la creación, la más depredadora y porque no… la más inhumana.

Se héroe por un día (citando a David Bowie) perdona y sal de la cautividad, compadécete y evoluciona espiritualmente, se misericordioso y alcanzarás gozo, ama y fabrica milagros.

Todos podemos fabricar y acceder a los milagros. Si tan solo creyésemos en nuestra capacidad de hacer el bien, tendríamos el poder de transformar nuestra realidad y la realidad de otros.  Jesús nos enseña que si creyésemos mayores cosas que Él haríamos en su nombre (Juan 14:12).  Da la mano a quien lo necesite superando el prejuicio. No hay mayor satisfacción que en el Dar y no existe mayor gozo que en el amar. Debemos retornar al camino de la sencillez y recobrar nuestra sensibilidad robada. Sólo respira por un momento y piénsalo.

Fabrica el milagro para los demás, la vida es justa y te aseguro que alguien hará un milagro en ti. Quizá hoy tengas necesidad de ese milagro y necesites ser sanado por las palabras exactas. Ten esperanza en ti y fe en el cambio. Para esto hay que trasgredir lo establecido e imponer el amor y la misericordia sobre el desinterés. Sé un héroe!