Habría sido asesinado y sepultado en el mesón de una cocina por un extranjero a quien él le arrendó una habitación. 

Peritos forenses en Cajicá (Cundinamarca) quedaron atónitos el pasado 26 de noviembre, a las 7 p.m., cuando encontraron el cuerpo sin vida de una persona enterrado en una placa de cemento instalada debajo del mesón de una cocina que se había construido hace poco en la parte trasera de una vivienda.

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La víctima fue identificada como Gamaliel Enrique Álvarez García, de 30 años, un profesor de ese municipio que había sido reportado como desaparecido hace dos meses en la zona de Sabana Norte.

La víctima fue identificada como Gamaliel Enrique Álvarez García, de 30 años, un profesor de ese municipio que había sido reportado como desaparecido hace dos meses en la zona de Sabana Norte.

La noticia la dio a conocer la Policía de Cajicá el pasado 30 de noviembre tras un allanamiento realizado en la propiedad de Álvarez, el cual fue solicitado por los vecinos del barrio Puente Vargas, en el sector Disco de Oro, quienes estaban preocupados por el mal olor que emanaba de la vivienda.

Gamaliel Enrique era un experto matemático y trabajó como profesor en varias instituciones de Cundinamarca. Sus familiares y amigos, que habían denunciado su misteriosa desaparición, lo recuerdan, además, como un apasionado de la danza.

De hecho, también era profesor de danza.

Uno de los puntos clave de la investigación es que, según dice su familia, luego de no saber el paradero del docente, empezaron a llamar a su vivienda y quien contestaba era otro hombre que se hacía pasar por él.

La hipótesis que manejan las autoridades que investigan el caso es que, al parecer, el autor del presunto homicidio pudo ser un hombre de nacionalidad extranjera a quien Álvarez le habría rentado una habitación de su casa.

Por ahora, no hay capturas por este caso. Tampoco se han identificado a presuntos responsables.

Según el comandante de la Policía de Cajicá, el mayor Omar Acosta, los olores reportados por los vecinos y la familia de la víctima provenían del patio de ropas de la casa, donde, por sorpresa, al hacer la respectiva investigación, hallaron restos humanos.

Agentes del CTI de la Fiscalía lograron identificarlos gracias a la carta dental, las huellas dactilares y las prendas que vestía Gamaliel Enrique el día del hallazgo.

De acuerdo con el reporte de la Policía, debajo del mesón se había instalado una estructura en cemento que tenía unas manchas extrañas, por lo que se decidió romper con un martillo y una barra de hierro. Acto seguido, se hallaron partes de un cuerpo.

Vía EL TIEMPO