Lo que sucede en EMSERFUSA E.S.P., es tan complejo que todas las personas que públicamente se comprometieron a ayudarnos en la consecución de información, terminaron alejándose de nosotros.
Hay momentos en la vida en que ya empieza uno a reflexionar frente a sus principios, y a repensar la ética y los valores, porque termina enfrascado en un limbo en el que nadie más quiso meterse.
Luchas sin cuartel que de a poco van sacando del camino a gente con la que uno pensó que se iba a dar la pelea, personas que posan de independientes y honestos con serios argumentos de defender lo público hasta encontrar la verdad. Pero al transcurrir de los días, se queda en el discurso mediático acomodado a la apremiante necesidad del momento viral en redes sociales.
El concejal del MAIS fue el primer personaje que vimos en esta Administración Municipal como interesado desde su curul en adelantar un verdadero control político a la Empresa de los Servicios Públicos, pero igual que ocurrió en el periodo pasado, de un momento a otro ya no le interesó mucho el tema; con la salvedad que el exconcejal Gabriel Esteban Escobar Cruz terminó siendo candidato al Concejo Municipal apoyado por el alcalde saliente, al que permanentemente denunció por presuntas irregularidades en EMSERFUSA E.S.P.
Al ver la forma vil cómo al cierre del primer año de sesiones del honorable Concejo Municipal se pasaron por la faja y no adelantaron la sesión de control político a EMSERFUSA E.S.P., nos dimos cuenta que en el CMF no había con quién apoyarnos para adelantar una investigación por supuestas irregularidades en esa entidad.
Transcurridos algunos días, apareció don Clímaco Pinilla Poveda, de inmediato le abrimos el espacio democrático en este canal para que planteara sus conceptos con el firme propósito de que nos ayudara a realizar una labor encomiable al interior de EMSERFUSA. E.S.P., a sabiendas de sus buenos oficios y cercanía con los sindicalistas. Pero, apenas se alcanzó a solicitar una importante información y don Clímaco desapareció también, tras nuestra insistencia de profundizar en esos espinosos temas.
Aquí en Fusagasugá, desde que nosotros llegamos escuchamos que esta empresa es la caja menor de los administradores públicos de turno, que con sus recursos se financian campañas políticas, que la contratación es un bacanal de recursos públicos que se roban unos cuantos personajes que permanecen entre la Gobernación de Cundinamarca, el municipio de Fusagasugá, y en el que están inmersos hasta esposos de alcaldesas de la provincia del Sumapaz. La cosa es en grande y desde arriba, sostienen personas que hablan bajito y utilizan aparentemente perfiles falsos para realizar acusaciones temerarias.
Como periodista no vine a descubrir el agua tibia, simplemente nos dimos a la tarea de demostrarles a los políticos de esta región del país que nosotros aceptábamos la pauta oficial pero no tragábamos entero; que no recibíamos los 300 mil pesitos que acostumbran a darles a los comunicadores 6 meses antes de elecciones para manejarlos como borregos. Y creo que lo dejamos claro. Ésa es la molestia que todavía les carcome desde la campaña territorial.
Al finalizar el año anterior un personaje nos llamó supuestamente a nombre de René Ballén Villamarín, ofreció jugosos contratos y hasta publicidad si dejábamos el tema quieto; preferí decirles que primero les vendía esta marca que aceptarles prebendas y hacer parte de la corruptela.
Hoy, 18 meses después de semejante adefesio de Administración Municipal, que apenas con la visita del mandatario departamental logra hacer noticia; les comunico que prefiero vivir, y empiezo a desligarme de Fusagasugá rompiendo lazos de amistad con personas que aunque les hemos dado entera confianza siguen creyendo que estábamos esperando algo de este alcalde.
No hacemos alianzas con el diablo, ni negocios en las tinieblas. Nadie nos llevó a esa ciudad, ni nadie nos sacó.
En los últimos años de mi vida me muevo por la infinita misericordia de DIOS y dependo solamente de EL, y cada vez que he intentado salirme de su propósito, de inmediato pone tropiezo y no permite que mis pies vayan por camino equivocado.
Ahí les dejo su Empresa de los Servicios Públicos, de la cual ya no necesito su agua.
Alejandro Castro Guerrero