«De la pérdida del grado de inversión y la necesidad de reformas estructurales en Colombia».
Perder el grado de inversión por decisión de una de las calificadoras de riesgo Standard & Poor’s es otra de las muy malas noticias que recibe el país, como consecuencia del irracional proceso de administración de la Hacienda y las Finanzas públicas nacionales, en la primera quinta parte de este siglo, pero por sobre todo por el equívoco manejo dado al frente de lo fiscal y a la inoportuna atención integral de la Pandemia, en los casi 3 años de gestión de la actual administración gubernamental.
Sea el momento, para sugerir que, al nuevo Ministro de Hacienda lo acompañen sus colegas de gabinete, la Señora canciller y la recién nombrada Ministra de comercio exterior, en una labor de diplomacia financiera, para buscar soluciones con miras a la recuperación del grado de inversión y de la credibilidad en las cuentas fiscales y de la de una administración de lo público que, cada vez se rezaga más en este sentido, en escenarios nacionales e internacionales.
Asimismo, es muy importante que a la comunidad financiera internacional le quede claro que, estamos cerca de tramitar un nuevo proyecto de reforma tributaria con base en los ingresos altos de personas naturales y de algunas personas jurídicas que vienen aportando muy poco al fisco y a la misma recuperación económica del país; en sectores tales como el financiero, la minería y las empresas petroleras entre otras.
Al igual, es preciso registrar que, la tributación se va a modificar en términos permanentes y no transitorios, para con ello garantizar sostenibilidad fiscal. De la misma manera, se debe dejar claridad qué, ahora se daría una reforma de transición en materia tributaria; y que en el 2022, se le daría trámite a las reformas estructurales, en materia tributaria nacional y territorial, pensional y de modificaciones al modelo de descentralización; del cual ya se adelantan labores, en una misión ordenada por la ley de regiones de 2019, en el Departamento Nacional de Planeación.
Así las cosas es pertinente actuar con alta diplomacia política y pública, con énfasis internacional y local; en la cual se generen serios y objetivos compromisos de tramitar un proyecto de reforma tributaria de cara al país, sobre la base de tributación a ingresos y patrimonios altos, con un cronograma de actividades conducentes a registrar con la participación del estado y la sociedad civil, proyectos de reformas estructurales al sistema pensional, a ley de ordenamiento territorial, al sistema nacional de salud, a la ley orgánica de la Planeación y el presupuesto, y al modelo de descentralización fiscal y administrativo en Colombia.
Henry Amorocho Moreno; Mayo 20/21.