El Estado ha venido garantizando un excesivo paternalismo histórico a la industria colombiana, sostiene el experto hacendista público Henry Amorocho Moreno. 

El reciente debate tributario sobre la carga impositiva a las empresas, nos habilita para reflexionar sobre el excesivo paternalismo histórico que, el Estado ha venido garantizando a la industria colombiana, con la utilización en los últimos 56 años de aranceles flexibles, de incentivos fiscales como mecanismo para motivar la iniciativa empresarial; y además, desde hace veinte años con el rasero neoestructuralista de los estímulos a la formación de capital, bajo la egida de las exenciones tributarias.

 

De otra parte, en la coyuntura, el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master en su calidad de representante del gremio industrial, presentó cálculos de carga fiscal sectorial que, no corresponden; y que el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo Gaviria señala con meridiana precisión que, son posiblemente incorrectos.

Por lo anterior, es pertinente registrar que, no es conveniente este tipo de aseveraciones gremiales sin suficiente fundamento; y sobre todo si ellas se han realizado sobre la miope visión de considerar lo tributario como única alternativa de disminuir costos en la búsqueda de competitividad empresarial.

Así las cosas, no es consecuente hacendísticamente, estar presentando escenarios que, lo único que conducen es a confundir a la opinión nacional e internacional al decir que tenemos una carga impositiva cercana al 60%, en aras de conseguir el propósito gremial de evitar la eliminación de exenciones y privilegios tributarios que, tanto daño le han hecho a la industria Colombiana, para caminar por sendas de madurez y efectividad, dentro de la constitucional y legal aplicación de los principios de equidad y justicia tributaria que, tanto se está requiriendo en el país.