Por: Henry Amorocho moreno
Colombia es una Nación débil e inmadura, que a propósito de la pandemia y del léxico resultante de ella, necesita reinventarse buscando que la verdad no transite solitaria.
De igual manera, es preciso no dar más oportunidad a que reine la mentira, la corrupción y el pecado en general. Pues, resulta inapropiado seguir viendo el desfile orondo y altanero, en altos escenarios de la sociedad y en nuestra cooptada administración pública y privada, de los principios del liderazgo inverso arriba descritos.
Por lo anterior, es necesario que se consolide una sociedad civil activa, que edifique y construya un país resiliente, bajo la égida sólida de la verdad y que por contera, nos cubra de seguir cayendo en la estructural trampa de polarización, que nos mantiene sumidos en tan profunda crisis moral, económica, social, e institucional en nuestra Nación.