Con incrementos desmesurados del 80, 100 por ciento y hasta casos del 300 y 400 por ciento.

El día 3 de marzo de este año, se adelantó en el Concejo Municipal, sesión de control político con tema especial sobre CATASTRO MULTIPROPÓSITO, con citación a la arquitecta CLAUDIA CAMARGO GARZÓN, secretaria de Planeación, a la doctora DORIS MARINA RODRÍGUEZ, secretaria de Hacienda y al Equipo de Catastro Multipropósito del municipio de Fusagasugá.

Se debatió especialmente el tema álgido de las desmesuradas alzas del impuesto predial en gran parte del municipio, con el consabido descontento general que esto ha generado en la ciudadanía que estuvo representada por un buen número de ciudadanos inconformes en las barras del recinto del Concejo municipal.

Es importante dar a conocer que hay bastantes quejas e inquietudes de la comunidad sobre la actualización catastral que se adelantó en nuestro municipio, , aún teniendo la actualización  al día en lo referente al tema.

Cito como ejemplo el caso de una familia conocida que el año pasado 2021 pagó $ 772.000 de su impuesto predial y este año 2022 les ha llegado un cobro de $ 1.840.000 si pagan a la fecha establecida para obtener un mínimo descuento. Meses adelante el pago será de $ 2.045.000 millones de pesos si no consiguen los recursos para obtener el descuento en mención. Algo verdaderamente indignante.

El Concejo en pleno se pronunció y exigió una revisión general por el aumento injustificado del impuesto predial, y una revisión general catastral, incluso con el precedente de solicitar desde la Corporación a la Procuraduría y demás organismos de control, para que asuman las respectivas investigaciones.

Lo increíble de todo esto es que tengo entendido el señor alcalde Jairo Hortúa Villalba, argumenta que estos recaudos son para generar diferentes obras en Fusagasugá, hecho que no se ve, que no se evidencia como debería ser su hecho social, su razón de ser.

Por citar un ejemplo de lo que denuncio como un ciudadano más de este municipio, la malla vial de Fusagasugá está deteriorada en un elevado porcentaje sin solución a la vista, en detrimento de toda una ciudadanía que se ve enormemente afectada en su movilidad y dónde más aún existen cifras denunciadas por el mismo concejo municipal de un presupuesto de 18.000 millones de pesos, que no se ejecutaron en la pasada vigencia. Algo total y absolutamente absurdo, que demuestra la ineficiencia y la falta de ejecución de un proyecto político que  a mi juicio va a la deriva,  va al garete.

Se supone las tarifas deben estar sujetas al IPC (índice de precios al consumidor) más el 8 por ciento según lo establece la normatividad, lo que da un porcentaje del 14 por ciento, pero reitero, se han encontrado incrementos como lo he mencionado hasta del 300 y 400 por ciento, y no lo verifico yo, lo demuestra con cifras el propio Concejo Municipal. Lo que se debe considerar como un verdadero adefesio.

Se está hablando de más de siete mil ciudadanos afectados por este incremento rasante y lo peor de todo es que el trato que se le da a las personas reclamantes no es el mejor, según lo pronunciado por los afectados que no son pocos y reafirmado por algunos señores concejales.

Este avalúo catastral no es justo desde ningún punto de vista, hacen falta argumentos sólidos para que estos avalúos correspondan a la realidad, puesto que la gran mayoría de estos predios no cuentan con calles pavimentadas, por el contrario, vías absolutamente deplorables, que son una verdadera vergüenza para nuestro municipio, sin un ofrecimiento de servicios plenos, con un servicio de transporte deficiente, la inseguridad rampante, más otras razones que no dan  validez a estos errados y volados incrementos.

Más aún cuando venimos de una crisis pandémica que ha sumido en esta conocida por todos grave crisis económica y social sin precedentes en la historia reciente del pueblo colombiano y de la que no está exenta el municipio de Fusagasugá que como bien sabemos no ofrece alternativas laborales, con un desempleo desmesurado, que brinde a sus ciudadanos un mínimo bienestar y algo de estabilidad.

No se puede desconocer que en la Administración Municipal del señor Carlos Daza se hizo una estratificación del municipio mal planificada, con el objetivo siniestro de subir su categoría que evidentemente quedó en grado dos, en la que sin el mínimo prejuicio se modificaron todos los estratos y dónde prácticamente los estratos 1 y 2 desaparecieron de manera irresponsable, a sabiendas del alto grado de pobreza de un buen porcentaje de población, que incluso ha aumentado ostensiblemente con la pandemia del Covid 19, motivo que ha generado más inequidad y graves problemas sociales.

El impuesto predial ha sido mal liquidado, el concejo municipal se ha pronunciado rotundamente para que los entes encargados de estos procesos y que hoy fueron citados a debate, corrijan y modifiquen los errores garrafales que tanto descontento han generado en Fusagasugá.

Como siempre sucede en este desordenado, caótico y corrupto país, los organismos encargados del desarrollo y la ejecución de los proyectos que generen dinamismo y productividad – en este caso particular lo referente a estudios de estratificación del municipio de Fusagasugá-  no han dado una respuesta convincente que de claridad y un parte de tranquilidad a sus habitantes, ante un hecho que pone entre la espada y la pared a miles de ciudadanos que tendrán que sacrificar muchos elementos de su bienestar, su salud, su alimentación, educación, etc, para poder pagar al fisco esas cantidades injustas, desequilibradas y nefastas para una sociedad prácticamente quebrada y en banca rota.

Las respuestas al cuestionario que ha presentado el Concejo Municipal ha sido pura retórica y tecnicismos. No se vislumbra una solución a la vista, pero es inminente como lo exige la Corporación, corregir como corresponde los errores que tanto descontento han generado en la ciudadanía.

Un municipio donde no hay ningún control de pesas y medidas, donde todo el que quiere eleva los precios de todos los productos en general, sin control alguno, que ha acrecentado la brecha de la desigualdad social, donde el hambre y la desesperanza aumentan y para rematar implanta impuestos de manera abrupta y desconsiderada, en una Alcaldía que se proclama de carácter social y equitativa, la Alcaldía de la proclama: “LA FUERZA DE LA GENTE”, muchos de sus ciudadanos con estos exabruptos y medidas injustas, podrán tener cada vez menos una vida digna.

Por Hugo Padilla Narváez