Por: Pedro Mantilla

Aquí en Fusagasugá la señora Aleyda se proclamó candidata a la Alcaldía, desde el día siguiente a la elección de Luis Cifuentes, como alcalde, en el año 2.014.

Y en esta, le dió un golpe de mano a los dos contendores que le fijo el hechizo Directorio Departamental, desde donde se cocina la candidatura de doña Aleyda, impulsada con especial privilegio, por la señora Jenny Rozo, codueña del partido en la región Sabana Norte, ahora a dúo, con la segunda voz del exdiputado conservador, el veterano político de mil batallas y mil mañas, don Hernán Garzón, prematuro copropietario del Centro Democrático, en la turística Cundinamarca.

El que debe estar que se retuerce de la rabia es el otrora solitario monarca, don Rubén Darío Molano, a quien el Partido Conservador le hizo el favorcito de enviarle un pupilo de allá, para que viniera a gobernar acá.

Y con esa infantil ternura, nos dice la señora directora del Centro Democrático, en tono angelical, que se confundieron los eternos miembros del Directorio Departamental, y en lugar de mandar una carta, mandaron fue una resolución. Por Dios, qué confusión, eso no se ve ni en Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde se cometen tantos errores.

Pero a nivel local, la señora Aleyda, ya asumió su cargo de candidata permanente, cuya profesión es indispensable por parte de terceros. Andan haciendo foros, haciendo programa de Gobierno, dicen, que ya está negociando apoyos con otros Partidos, y está oyendo ofertas para Emserfusa.

Sería un crimen de lesa desconsideración, atentar contra la luna de miel que vive está sacrificada militante, cuya culpa no es de ella, si no de un partido que archivó la autoridad y al que se le perdieron los estatutos.