El ministro Fernando Ruiz Gómez reveló el paso a paso para alcanzar la soberanía y seguridad sanitaria de Colombia, la cual incluye producción de vacunas, normatividad, cooperación con las farmacéuticas y trabajo intersectorial.
Lograr la plena soberanía y seguridad sanitaria de nuestro país es el objetivo del Gobierno Nacional, por ello el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez presentó la hoja de ruta que tiene Colombia en ese propósito.
En primer orden en evento desarrollado en la Pontificia Universidad Javeriana, el ministro reveló que Colombia a través de su historia ha venido desarrollando una política de seguridad sanitaria, por lo que no se empieza desde cero.
En tal sentido reseñó que «desde la conquista toda esta región del mundo tuvo epidemias de viruela cada 20 años y la mayoría de las veces se moría la gente. Esto cambia en 1801 cuando despierta la sociedad con una nueva visión sobre la importancia de la vida».
Completó indicando que el virrey de inicios del siglo XVII utilizó una estrategia de contención. «Por primera vez en la Nueva Granada se definió un plan para contener la viruela, en una epidemia que en 1801 comenzó en Popayán. Se restringió el transito de personas y en consecuencia se opuso el cabildo de la época, diciendo que era mejor una estrategia de mitigación, bajo la aceptación de que nos íbamos a contagiar».
Además, se tuvo en cuenta una vacuna que se desarrollaba en Europa utilizando las pústulas de las vacas y posteriormente en las personas. «Bajo esa decisión, el virrey Antonio Amar y Borbón, decidió traer una cohorte de 22 niños infectados para infectar otros niños y desarrollar pústula y así tener la posibilidad de desarrollar la vacuna».
De esta manera se inició lo que es la primera campaña de vacunación que se llevó a cabo en Colombia. «Se creó la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, donde se hizo incluso investigación con el sabio José Celestino Mutis que buscó en las vacas criollas pústulas, pero después llegó la independencia que con las guerras civiles, en donde se pierde toda la transmisión de la vacuna».
Posteriormente, en 1887, el Dr. Jorge Lleras Parra, primo de Federico Lleras Acosta, encuentra un método para producir localmente vacunas y funda el Parque de la Vacunación, que en 1929 se integra con el Laboratorio Samper Martínez y de ahí surge el INS.
Soberanía y seguridad sanitaria
Con este recuento histórico, el ministro Ruiz destacó que Colombia ya tiene una historia de vacunas producidas en Colombia, pero que desafortunadamente se perdió en 2001, cuando se produjo la última vacuna.
«De manera que todos tenemos la responsabilidad de volver a la soberanía y seguridad sanitaria que Colombia tuvo», expresó el ministro, y añadió que la presión del covid-19 puso en relieve que en nuestro país no se produce tecnología en salud, lo que lo hace dependiente de otros países y vulnerable a cualquier riesgo que llegue ahora o en el futuro.
Y teniendo en cuenta las características de Colombia de clima, geografía y distribución de la población, lo cual lo hace endémico para muchas enfermedades, obliga a que nuestro país tenga la necesidad de producir vacunas.
En tal sentido, «el punto de partida es desarrollar el concepto de soberanía y seguridad sanitaria. Colombia está en el puesto 38 del Índice Global de Seguridad Sanitaria, y si bien no es malo, si se mira comparativamente somos el tercer país en Latinoamérica, después de Brasil y Argentina, los cuales sí producen vacunas».
«Podemos destacar que tenemos un PAI robusto con 21 vacunas contra 26 enfermedades; y hemos logrado implementar un Plan Nacional de Vacunación que hoy llegó a 83 millones de vacunas aplicadas, y de eso nos sentimos satisfechos», sostuvo el ministro.
No obstante, el covid-19 dejó lecciones como falencias en el abastecimiento de medicamentos y tecnologías en salud, así como una baja capacidad de articulación institucional. También reveló problemas estructurales, como la ausencia de una gobernanza que articule a todos los actores en torno a generación de capacidades para responder.
«La pandemia nos va a dejar una enseñanza gigante respecto a la creación del FOME, que financió con $40 billones a la pandemia, de los cuales $16 billones fueron destinados a la salud», reveló Ruiz. «Y pudimos decretar una emergencia sanitaria gracias a un instrumento que yo mismo creé cuando era viceministro para las epidemias de Zika y Chikunguña», añadió.
El ministro recalcó además que Colombia no sólo ha perdido la capacidad de desarrollar vacunas, sino también medicamentos; y en pandemia se pusieron en evidencia problemas de interoperabilidad en la información.
De cara al futuro
Bajo el panorama que queda tras dos años de pandemia, Colombia llegó a un consenso de Gobierno con un conjunto de actividades necesarias para hacer frente a las situaciones de emergencia e incidentes que vulneren la salud de la población.
«Tenemos un mandato que viene desde la Ley Estatutaria de Salud que nos lleva a hacer una política de innovación, ciencia y tecnología en salud desde nuestro sector», pronunció el jefe de la cartera, indicando que en tal sentido el sistema de salud no se debe preocupar únicamente por atender pacientes, sino también por generar investigación.
Para este gran objetivo se requiere la intersectorialidad de todos los sectores. «La visión es generar una política de Estado que vaya más allá del presente Gobierno, que permita como sociedad desarrollar a futuro no solo vacunas, sino también los medicamentos necesarios».
Bajo esta visión, se busca articular la estructura de gobernanza, flujo de recursos y capacidad de vigilancia en salud pública; promover las capacidades industriales de producción local de biológicos, biotecnológicos y tecnologías estratégicas en salud; alcanzar el uso, disponibilidad e interoperabilidad de información y aplicaciones de salud digital; y la gestión del talento humano para la atención de emergencias y producción de tecnologías de salud estratégicas.
«Pero es absolutamente claro que no podemos hacer desarrollo como el que queremos hacer, sino contamos con el apoyo de la industria farmacéutica», sentenció el ministro. Por ello pidió a que no exista polarización entre industria y Gobierno, y si a tener formas creativas de interacción.
Ruiz, puso el ejemplo de la India, país que fue visitado en el marco de la política de seguridad sanitaria, y en el que la formación de la población en tecnologías en salud es fundamental. «Ellos tardaron 30 años desde el momento que iniciaron la política de seguridad sanitaria hasta que pudieron desarrollar su primera vacuna, nosotros esperamos hacerlo en 10 años», completó.
Perspectivas y próximos pasos
A su cierre, el ministro presentó el cronograma 2022, que incluye una ruta operativa, en lo cual trabaja la Dirección de Medicamentos y Tecnologías en Salud del Ministerio, para cambiar la visión de que el sistema de salud compra vacunas, para empezar a comprar desenlaces en salud.
Así mismo se tiene en cuenta un sistema de monitoreo, alerta temprana y gestión «y obviamente nuestro CONPES en soberanía en la producción para la Seguridad Sanitaria», dijo Ruiz.
Seguidamente, el ministro dejó conocer los factores críticos de éxito, que incluyen realizar evaluaciones de tecnologías completas para identificar aquellas tecnologías innovadoras cuyo precio se asocia a su valor terapéutico.
Un segundo aspecto es la articulación más profunda entre la coordinación intersectorial, el entramado científico-tecnológico público, y las empresas y laboratorios privados y públicos.
«Nosotros hemos logrado hoy en día la consolidación de una política de Estado a través de una ley de vacunas que ya fue expedida; una serie de decretos que dan el acceso a vacunas y un CONPES que estamos desarrollando con el DNP donde estará toda la política de seguridad sanitaria; y el diseño de un proceso a largo plazo para la compra focalizada de vacunas», detalló Ruiz.
Con esto, el ministro dejó conocer la apuesta del Gobierno de cara a la soberanía y seguridad sanitaria del país, y reveló que por lo menos ya hay dos proyectos para la producción de vacunas en Colombia.
Vía MinSalud