Por: Oscar Rodríguez Triviño

Este semestre avanzaremos a través del diseño y ejecución de un Plan de Acción Ambiental dentro del proyecto Recuperación y Protección del Cerro Fusacatán, en el cual la Universidad de Cundinamarca contribuirá al tratamiento y solución de las problemáticas socio-ambientales diagnosticadas en el cerro Fusacatán, ya que entendemos que la sustentabilidad y los retos acerca del desarrollo territorial son un común denominador para todas las sociedades, sin exclusión.

Ello no contempla límites geográficos ni culturales o de desarrollo económico considerando que se pueden construir escenarios propios de valoración del patrimonio y capacidades concretas para producir y recrear condiciones que nos acerquen al bienestar social con base en el reconocimiento, protección y puesta en valor de nuestro capital cultural, simbólico y ambiental, tratados integralmente.

Como programa social ambiental se ha estructurado con base en la promoción del trabajo articulado y participativo, a través de la gestión pública por parte de la Alcaldía de Fusagasugá y la Universidad de Cundinamarca; proyecto que se desarrollará con un equipo multidisciplinario investigativo, quienes desde ahora ya estamos identificando y caracterizando las fuentes de contaminación generados por diferentes actividades productivas en la zona, con la intencionalidad de realizar un acompañamiento permanente en el proceso de rehabilitación y reforestación del cerro Fusacatán.

Conforme manuales básicos sobre prácticas de reforestación (2010), definimos que es necesario reforestar con el propósito de proteger y contribuir a la estabilización y restauración de terrenos donde existen fuertes problemas de pérdida de vegetación y erosión de suelo. Tarea a ejecutar que se realizará en articulación con las comunidades generando impactos positivos de recuperación agro forestal gradual a través del conocido sistema de cepa común, para recuperar con acompañamiento algunas zonas específicas de este patrimonio histórico y cultural de los fusagasugueños, elemento ancestral emblemático depositario de distintivos de  nuestros antepasados como lo es el cerro Fusacatán.

Como punto central partimos del recurso hídrico, entendiendo que quienes habitan en el cerró Fusacatán se abastecen de agua para sus producciones agropecuarias como para su consumo humano y ganadero. Tal como lo afirma CARABIAS (2005) al decir que:

Los esquemas de utilización del agua que han prevalecido durante décadas han determinado desajustes y conflictos crecientes: escasez, agotamiento de acuíferos, sequías, inundaciones, deslaves, erosión hídrica, azolvamiento, salinización, hundimientos diferenciales, contaminación de suelos y cuerpos de agua, degradación de hábitats acuáticos, entre otros procesos que amenazan la saludad humana y la de los ecosistemas y comprometen la continuidad de la mayor parte de los procesos productivos.

Consecuentemente, por lo anterior, se pretende aportar al ordenamiento territorial tanto en el cerro Fusacatán como en Fusagasugá, promoviendo acciones hacia el desarrollo social local, cultural, educacional, y productivo de las comunidades beneficiarias, a través incluso de apuestas en construcción de sistemas de producción sostenibles, asociativos, cooperativos, comunitarios, colectivos y participativos entre las comunidades, que respeten y convivan en armonía valorando la biodiversidad del lugar. (BECERRA 2003).

Adicional a ello, se pretende avanzar hacia la generación de acciones que generen confianza entre los habitantes del lugar y la ciudadanía. Buscando impulsar alternativas piloto hacia la generación de ingresos y mejoramiento de la calidad de vida en armonía con la implementación y modificación de otros usos del suelo junto a programas permanentes  y extensos de educación ambiental, investigaciones e innovaciones científicas (BECERRA 2003).

Esta iniciativa busca crear y consolidar practicas hacia la sostenibilidad de las acciones y la apropiación identitaria de lo territorial, lo local y lo translocal, aprendiendo a cooperar desde el presupuesto participativo y el patrimonio público, generando convenios interinstitucionales y procesos de gestión y administración pública, tal como lo dice CABANNES (1999) la diversidad agrícola ayuda a la resilencia de los ecosistemas.

Dentro de los principales logros de este proyecto resaltamos a manera de conclusión, en un año: El estudio de caracterización de especies de flora nativas,  buscamos así preservar el bosque nativo, el bosque de niebla y repoblar el cerro con árboles tales como el Roble, Madre de Agua, Alisos, Yarumo, Cedro, Nacedero, Sauces, Arrayan, Palma boba, Quina, entre otros árboles  nativos de la zona, calculándose una siembra necesaria de 10.000 árboles comprendido el cerro Fusacatán por ambas caras, por lo que se hace necesario igualmente entablar dialogo y gestión consecuentemente con la alcaldía de Pasca.