Planeación Municipal y la CAR Sumapaz serían los responsables de que las 217 víctimas de la Covid-19 hayan copado las últimas bóvedas.

Así lo dejó entrever el sacerdote Víctor Sanabria de la Diócesis de Girardot, en conversación exclusiva con este medio la mañana del martes.

El reverendo Sanabria manifestó que desde mediados de diciembre empezó a agudizarse la crisis en el cementerio del municipio de Fusagasugá, y que a pesar de contar con todos los requerimientos de ley, la Alcaldía de Fusagasugá a través de la Secretaría de Planeación y la Corporación de Cundinamarca CAR, seccional Sumapaz no les otorgan los permisos respectivos para que funcione el horno crematorio.

Dijo que desde al año 2017 hicieron sus exposiciones y solicitudes ante el Concejo Municipal de Fusagasugá con el fin de buscar ayuda para lograr la puesta en funcionamiento del horno crematorio; y con documentos en mano evidenció que ni siquiera la emergencia por la pandemia del nuevo coronavirus provocó que los trámites burocráticos se agilizaran para lograr el objetivo.

Vea aquí toda la entrevista 

Fusagasugá Noticias Periódico Digital tuvo acceso al documento, titulado ‘Orientaciones para el manejo, traslado y disposición final de cadáveres por Covid-19’, que emitió el Ministerio de Salud.

En este se establece que se les debe dar prioridad a los procesos de cremación y solo como última medida acudir a la sepultura de los cuerpos.

“La disposición final del cadáver será preferiblemente mediante cremación. Cuando no se cuente con este tipo de instalaciones en el territorio donde ocurrió el deceso, se practicará la inhumación en sepultura o bóveda«, estipula el protocolo.

En todo caso, el alistamiento del cadáver se realizará siempre en el lugar del deceso y no se permitirá el traslado hacia otra ciudad o municipio para su disposición final.

Sin embargo en el municipio de Fusagasugá se conoce de varios casos de personas fallecidas por la Covid-19 que fueron trasladados para adelantar su cremación en otras ciudades del país.

Y hasta la fecha se ha imposibilitado la cremación de los 217 fusagasugueños que han perdido la vida por causa de la pandemia, la mayoría de ellos con el diagnóstico y algunos otros no.

Hay que apuntar, que «en los casos que se requiera necropsia médico legal, se debe contar con la orden del fiscal del caso para la cremación”, precisa el documento del MinSalud.

A esto se le suma un apartado específico en el que queda prohibida la realización de varias prácticas postmortem, con excepción de casos que estén relacionados con homicidio, suicidio o muerte accidental de una persona infectada.

La razón de esta drástica decisión es que los fluidos y gases que emite el cuerpo humano tras el fallecimiento pueden terminar infectando al personal que tenga contacto con el cadáver, lo que de inmediato generaría nuevos focos de propagación del coronavirus.

En cumplimiento del principio de precaución y teniendo en cuenta que se trata de un evento de interés en salud pública de importancia internacional de alta transmisibilidad e infectividad, queda restringida la realización de necropsias sanitarias, viscerotomías o similares, prácticas de embalsamamiento y tanatopraxia en casos con diagnostico presuntivo o confirmado de infección por la Covid-19”, enfatiza el documento oficial.

Para el transporte de los cuerpos desde los sitios del deceso hacia los lugares en que son intervenidos para su cremación o sepultura, se hace ahora obligatorio envolverlos en doble bolsa de cadáveres de 150 o más micras de espesor, con el fin de evitar posibles filtraciones de fluidos.

De hecho, estas bolsas también deben ser previamente desinfectadas.

Además, según las pautas que ya están en conocimiento de todas las autoridades sanitarias del país, se debe realizar una limpieza y desinfección total del área donde se haya presentado el deceso y este esté asociado al coronavirus. Esto aplica tanto para instituciones médicas como para hogares particulares.

En el área donde ocurrió el deceso, el prestador de servicios de salud debe realizar la limpieza y desinfección terminal de toda la zona y elementos (cama, equipos de la cabecera, colchonetas, puertas, cerraduras, ventanas, baño, etc.), incluyendo todos los que sean reutilizables, de acuerdo a los protocolos definidos por la institución. La desinfección no aplica para máscaras y filtros de máscaras reutilizables”, se precisa en el informe.

En este punto se aclara que si se tiene sospecha mas no confirmación de que la muerte está relacionada con el covid-19, es obligatorio que la entidad de salud que atendió el caso tome las muestras respectivas y las remita a los lugares autorizados para la realización de pruebas de contagio.

Y para quienes tiene que manipular los cadáveres se les obliga, desde ahora, a usar de forma permanente doble guante, máscaras de filtración FFP2 o N95 (no tapabocas convencional), mono gafas para evitar salpicaduras y batas impermeables de manga larga (si la bata no es impermeable, se debe añadir un delantal plástico desechable).

En todo caso, todos estos elementos deben ser eliminados inmediatamente y no se deben reutilizar bajo ninguna circunstancia.

En lo relacionado con el transporte de los cuerpos para los servicios funerarios, ya sea cremación o entierro, se pide utilizar las rutas más cortas hacia los crematorios o cementerios y que las carrozas tengan un aislamiento entre el conductor y la bóveda en la que se mueve el cuerpo.

Incluso, se pide no realizar ritos fúnebres que obliguen a congestiones o aglomeraciones de gente.

Fusagasugá Noticias Periódico Digital pudo establecer que no se descartan brigadas de verificación y acompañamientos para evitar que las medidas sean incumplidas y que los cadáveres y su manipulación puedan mutar hacia un nuevo punto de contagio.

Por: Alejandra Castro Cobos