Luego de los crecientes escándalos por abuso sexual, maltrato y desigualdad, el presidente de la Difútbol, Álvaro González, propuso una liga que integra al fútbol aficionado con el profesional.
Bogotá, D.C., 7 de marzo del 2019
Álvaro González, presidente de la Difútbol, confirmó, luego de una reunión con representares del fútbol profesional femenino y de la rama aficionada de nuestro país, que la idea ahora será integrar estas dos categorías.
Según lo que explicó el directivo, la idea es fortalecer las bases del fútbol femenino en nuestro país con un torneo sub-23 que tenga participación solo de mujeres colombianas y que integre algunas jugadoras de la categoría mayor para poder pensar a futuro en una liga sólida.
«La idea es hacer un campeonato nacional de fútbol femenino limitado a los 23 años, con un promedio de seis jugadoras de diferentes edades, según cada club; de esas seis tres deberían estar en la planilla de juego de cada uno de los partidos que realicen junto a los equipos profesionales de nuestro país», explicó González.
Según Álvaro González, la idea llegó después de hacer un análisis sobre la cantidad de jugadoras profesionales que estuvieron inscritas en la liga profesional, que tuvo dos ediciones y que no cumplió con las expectativas reales del torneo, ya que eran muy pocas las jugadoras de élite.
González confirmó que, a pesar de ser una propuesta, esta idea recibe el respaldo de muchos clubes profesionales que vieron afectadas sus finanzas cuando intentaron mantener el equipo femenino que, según varios directivos, no les entregó ganancias esperadas.
«Si miramos las estadísticas en la liga profesional del año 2018, solo participaron 20 jugadoras mayores de 23 años, y con la propuesta que estamos presentando, resultaría un promedio de 70 clubes que, multiplicado por seis en cada club, arrojaría 420 jugadoras mayores que estaríamos necesitando, y ese número no lo hay», dijo González.
El directivo, que además hace parte del Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol, aseguró que esto no es un retroceso para el fútbol femenino sino todo lo contrario ya que se estaría garantizando un proceso de formación desde las categorías menores.
«Es un avance porque, con este campeonato y competitivamente hablando, y la participación de la rama profesional y aficionada, en tres años, si lo hacemos bien, estaríamos teniendo unas bases para hacer una liga profesional seria«, explicó el directivo.
La propuesta será llevada a una Comisión que integre a todas las entidades del fútbol, la cual se estará realizando en los próximos días. Este campeonato se estaría jugando del 25 de mayo hasta finales de noviembre o diciembre y entregaría cupo a la Copa Liberadores del siguiente año.
El escándalo
El pasado mes de febrero las futbolistas Melissa Ortiz e Isabella Echeverri, dos referentes de la selección, publicaron una serie de videos en sus cuentas de redes sociales donde decían mostrar las precarias condiciones y negligencias que habían tenido que vivir en el equipo.
Sus palabras sirvieron de mecha para la bomba que terminó explotando días después, cuando fueron revelados supuestos casos de abuso sexual y maltrato en diferentes categorías de la selección nacional, incluyendo de menores de edad.
La Federación Colombiana de Fútbol, FCF, emitió un comunicación oficial tras haber recibido fuertes críticas en su contra, en particular por el silencio que mantuvo durante días tras conocerse las denuncias y las polémicas declaraciones de uno de sus principales dirigentes.
Esta actuación puso al organismo en el ojo del huracán como comenta el corresponsal de BBC Mundo en Bogotá, Boris Miranda.
«Desde que un reportaje periodístico realizado por La Liga Contra el Silencio diera a conocer denuncias de acoso laboral y sexual en una de las divisiones juveniles de la selección colombiana femenina, el caso ha ganado cada día más notoriedad», señala Miranda.
El periodista indica que las nuevas informaciones que se han ido presentando en la última semana ya motivaron a que el Defensor del Pueblo decida intervenir y pedirle explicaciones a la FCF.
Días antes, la vicepresidencia del país también pidió al ente federativo «celeridad» y acciones pertinentes sobre los reclamos y denuncias hechos por las jugadoras del seleccionado.
Miranda añade que esta clase de acusaciones han puesto en entredicho la transparencia con la que se manejan los equipos nacionales de Colombia y la necesaria igualdad de oportunidades que todos los jugadores deberían tener a la hora de competir por un cupo en su selección.
Las denuncias
En la encrucijada que se encuentra el fútbol femenino en Colombia surgen dos turbulentos caminos tras las revelaciones conocidas en las últimas semanas.
Según dio a conocer el artículo de La Liga Contra el Silencio, «dos integrantes de la selección Colombia sub-17, una de ellas menor de edad, presentaron denuncias ante la Fiscalía General de la Nación por acoso sexual y laboral durante las concentraciones previas al Mundial de Uruguay, celebrado en noviembre de 2018».
Una fue la fisioterapeuta Carolina Rozo, la otra la jugadora Angie Lizeth Cano.
En las acusaciones quedaron señalados el entrenador, Didier Luna, y el preparador físico Sigifredo Alonso.
«Un día antes de acabar la concentración me decía comentarios como que estaba muy linda, estás preciosa y uno sabe con qué intención», recordó Rozo sobre los que le decía Luna en declaraciones a la radio colombiana W.
«Se acercó en el almuerzo y me dijo: ‘Esta es la mujer que yo quiero para mí, no te descuides porque te voy a robar un beso».