En el Hospital Universitario de Santander se encuentra recluido un niño que se tragó una moneda. El pequeño sigue esperando que el metal sea expulsado de su cuerpo por vías naturales, es decir las heces, lo que evitaría  una intervención quirúrgica.

Pasa el tiempo y el menor no solo sufre por tener el objeto metálico en su interior, al mismo tiempo la desesperación lo agobia, debido  que la EPS Salud Vida, a la cual esta afiliado, no aprueba su intervención,  debido que el niño no esta padeciendo algún daño grave, según relató Amanda Mora, madre del afectado.

“La EPS me dice que no se puede autorizar el tratamiento en Bucaramanga porque no es algo grave que le afecte su salud, me dijeron que tomando agua el niño podría expulsarla”, dijo la progenitora.

Amanda Mora, quien es oriunda del Sur de Bolívar y que se trasladó a Bucaramanga desesperada por ayudar a su hijo, está solicitando préstamos con entidades bancarias con tal de realizar el tratamiento endoscópico que le puede extraer la moneda al pequeño.
Por su parte, la EPS Salud Vida, a la cual se encuentra afiliado el niño, plantea trasladarlo a otro centro médico, ubicado en Popayán, en donde posiblemente se le podría realizar el tratamiento.
Aunque el niño continúa en observación en el Hospital Universitario de Santander, la familia trata de reunir el dinero para mejorar su  estado de salud, ya que completó seis días sin ser intervenido, lo cual le ha generado problemas respiratorios que no le permiten alimentarse correctamente.

Fuente: Blu Radio