Hay que observar a la economía y la Hacienda Pública con el rasero de la integralidad.

Estando próximos al final de año/21; encontramos que existe un alto optimismo gubernamental, con el indicador de crecimiento económico que podría llegar a representar un 9.7%. Sin embargo, es pertinente anotar que, si el indicador de crecimiento es bueno, también es necesario aclarar que, este comporta un alto contenido de rebote que, es prudente contrastar con todos los costos en que se incurrió para poder lograrlo. Así mismo, no hay que olvidar que, en 19 meses nuestro país se ha endeudado en un 15% del PIB; el Déficit fiscal pasó de 4 a 7.6% del PIB( $83.6 billones); la inflación pasaría de 1.7% a 5.3%; la tasa de intervención aumentó en 125 puntos básicos en los últimos meses y llegaría al 3% a 31 de Dic/21; la devaluación cerraría en un rango entre $ 3.850 y 3.950; y el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos estaría cercano al 6.4 % del PIB, el más elevado de Latinoamérica.

Lo anterior, nos indica que, reducir en menos de un punto el déficit fiscal, mientras posiblemente se crezca a un 9.7% no es del todo un buen resultado, dado el alto nivel de la deuda 62.1% del PIB; Un Déficit fiscal de $83.6 billones; Déficit de cuenta comercial de más de $60 billones; y tasa de inflación cercana al 5.3% que, viene incidiendo sin ninguna duda en la pérdida de confianza del consumidor e igualmente, en la pérdida de dinámica del crecimiento económico en Noviembre y Diciembre/21 en relación con el comportamiento del crecimiento económico al finalizar el tercer trimestre/21.

Así las cosas, observamos un buen comportamiento real y estadístico del crecimiento económico; pero también se vislumbra para 2022, un grisáceo panorama, para afrontar los costos que viene dejando la aplicación de la política pública económica gubernamental, en el proceso de orientación del gasto e inversiones del Estado, para la recuperación de la economía en tiempos de Pandemia.

De todo lo anterior, podemos concluir que, hay que observar a la economía y la Hacienda Pública con el rasero de la integralidad; y la óptica que, hace falta mucho trecho para darle solución a los déficit gemelos, a la disminución de los niveles de la deuda pública, y al empleo de cerca de 3 millones de personas que se encuentran en desempleo abierto. No son tiempos de celebración, son tiempos de reflexión; y sobre todo, para los que piensan gobernar al país a partir de Agosto/22 que, de esto nada dicen en su marco propositivo.