Mientras tanto el alcalde exhibiendo en Instagram sus paseos por La Arenosa.

Por: Alejandro Castro Guerrero.

Viral se hizo en redes sociales el atraco a mano armada de individuos que a plena luz del día ingresaron e intimidando a funcionarios y clientes de la sede de la Carrera 8 con Avenida de Las Palmas del Banco CAJA SOCIAL, se llevaron el botín, como si nada. No es la primera vez que ocurre, recientemente.

Además, en varias ocasiones se ha conocido del delito de atraco en la modalidad de «FLETEO», a personas que salen de entidades financieras con dinero y en el camino o llegando a sus hogares los despojan de la plata y en algunos casos son golpeados por estos hampones, que en otras oportunidades hieren o hasta asesinan a su víctima, si se resiste. Similar pasó con la joven de apenas 21 años un fatídico jueves santo, a la altura del barrio Balmoral, de aquel año doloroso en la Ciudad Jardín. Hecho que aún está en la impunidad.

https://www.instagram.com/p/CwdzvMZLmiQ/?igshid=MTc4MmM1YmI2Ng%3D%3D

Este fin de semana una inerme habitante veredal del municipio de Fusagasugá se atrevió a denunciar a un sinvergüenza que se moviliza en motocicleta, llega con el cuento que se acaba de varar, señalando que es un camionero, y cuando las personas pretenden ayudarle se lanza en ristre atacando y quitándole a mujeres solas o ancianos sus pertenencias.

Ha ocurrido por meses, nadie denuncia. ¿Poco valor civil? O la ciudadanía está harta de denunciar y que no pase a mayores porque las leyes de nuestros congresistas no dan para que los jueces se hagan sentir.

Aquí la denuncia en audio y otro perfil de la foto del presunto delincuente:

Nos produce risa la alcaldesa de Bogotá Claudia López que le reclama a su socio político el Presidente de la República por la inseguridad en la capital del país, pero cuando fue senadora y su compañera de vida representante – hoy senadora avergonzada porque no logró la presidencia del Senado – no propusieron leyes severas ni para los corruptos que siguen haciendo de las suyas, ni para los delincuentes de toda raigambre que nos mantienen atemorizados.

Las principales ciudades del país, además de Bogotá, Cali y Medellín en manos de la izquierda progresista se dedicaron al igual que Jairo Hortúa a vendernos humo en sus discursos repletos de retórica barata, a hondear la bandera gay, y a pintar calles y paredes, inclusive crearon equipos politiqueros a punta del erario público desangrando las finanzas y buscando perpetuarse en el poder. No son iguales a los de derecha, son peores porque están socavando la familia con la ideología de género y la manguala sin miramientos de ninguna índole.

En Fusagasugá todos los días, a toda hora, en todas partes hay presencia de habitantes en situación de calle, y llegan cada día más y más.

Las bandas delincuenciales se tomaron el campo y la ciudad. La presencia policial no basta, las estudiantes de la ESSUM ( Escuela de Policía del Sumapaz) no pueden sino hacer bulto, y el alcalde mientras tanto de vanidosito mostrándose que puede pasear cuando quiere y a donde quiere. También es profesor de la U. Cundinamarca, pero no gobernó y el periodo se le acabó. ¡Qué vaina! dicen los costeños, esto se jodió.

¡O nos ponemos de acuerdo ahora, o mañana será tarde!