En algunos pacientes pareciera como si las neuronas olfativas hubiesen sido destruidas por el virus.

La covid-19, la enfermedad producida por el nuevo coronavirus, se manifiesta con síntomas que varían dependiendo de cada caso. La anosmia, que es la pérdida del olfato, es uno de sus síntomas distintivos. 

Desde marzo, hemos recibido centenares de llamadas, correos de personas que tenían covid y que pedían ayuda ya que habían perdido el olfato«, recuerda Hirac Gurden, director de investigación de neurociencias del Centro Nacional para la Investigación Científica (Cnrs), en diálogo con la agencia de noticias ‘AFP’.

Jean-Michel Maillard, presidente de la asociación ‘Anosmie.org’, le dijo a la agencia de noticias ‘AFP’ cómo se siente perder el olfato. Según él, la anosmia “te priva de los olores de la vida” y “es una tortura”. Es un problema invisible, pero “psicológicamente difícil de vivir”.

Maillard sostuvo que este síntoma, que puede ser temporal o crónico, hace que las personas dejen de experimentar placeres cotidianos como sentir el olor del café por la mañana, de la hierba recién cortada o «el del jabón en la piel cuando uno se prepara para una cita».

«Descubrimos el olfato cuando lo perdemos«, lamenta este hombre, a quien un accidente lo dejó anósmico. «Lo que más echo de menos es el olor de mis hijos cuando los abrazo, el olor del cuerpo de mi esposa, el perfume de mi papá”, asegura.

Pero no poder percibir ciertos olores no es el único problema. El 90% de lo que comemos está relacionado con el olfato, asegura Alain Corré, otorrinolaringólogo del Hospital Fundación Rothschild de París. Por esa razón el sabor de las comidas también se ve afectado.

Descubrimos el olfato cuando lo perdemos

Según Corré, existen varias causas de la anosmia, como las poliposis nasales, la rinitis crónica, la diabetes, el Alzheimer o el Parkinson. A esta lista se le suma ahora la covid-19, pues este es un síntoma que ayuda a establecer el diagnóstico.

Cuando se vuelve crónico es preocupante, ya que, de acuerdo con Maillard, «estar privado del olfato durante un mes, no es grave. Tras dos meses empieza a ser incómodo. Pero al cabo de 6 meses, estás solo, bajo una campana de cristal. Hay una dimensión psicológica muy difícil de soportar, y hay que buscar ayuda”.

El especialista concuerda: «cuando la gente pierde el olfato y no se recupera, notamos una verdadera alteración de la calidad de vida y una tasa de depresión nada despreciable«.

Uno de los grandes inconvenientes sobre la anosmia es que no hay tratamiento. Hay que tratar la causa, pero «el problema de la anosmia relacionada con los virus, es que a menudo, el tratamiento de la infección viral no tiene efectos en el olfato«, precisa el doctor Corré.

En los pacientes con la covid-19, los datos revelan que aproximadamente el 80% recupera el olfato en menos de un mes

Sobre la anosmia en los pacientes que contrajeron la covid-19, los datos revelan que aproximadamente el 80%  recupera el olfato en menos de un mes, incluso algunos lo hacen en un lapso de entre 8 y 10 días. Para otros pareciera que las neuronas olfativas, que actúan como detectores de los olores, han sido destruidas por el virus.

Lo positivo es que estas neuronas, que se ubican en el fondo de la nariz, tienen capacidad de regeneración. De hecho, un estudio realizado por los hospitales parisinos Rothschild y Lariboisière, llamado “CovidORL”, se ha dedicado a ensayar la eficacia de los lavados de nariz con cortisona junto con la reeducación olfativa. Este tratamiento ha demostrado eficacia en anosmias originadas por catarros.

Para llevar a cabo la reeducación olfativa, el otorrino recomienda elegir cinco olores de la cocina y olerlos dos veces al día durante 5 a 10 minutos, mirando lo que se está oliendo.

El invierno pasado, Jean-Michel Maillard terminó la reeducación con cuatro olores. «Actualmente, tengo diez: pescado, cigarrillo, aceite esencial de rosa e incluso he encontrado un perfume que puedo oler«, dice feliz.

Con información de AFP.