Este martes los medios internacionales reseñaron la noticia sobre el arresto del expresidente peruano, Alejandro Toledo, hecho que tuvo lugar en Estados Unidos, luego de que el mismo estuviera solicitado por la Fiscalía del país Inca, quien pidió la extradición para que el hombre respondiera a los delitos de corrupción que pesan en su contra.
Según voceros de la Justicia peruana, Toledo comparecerá inicialmente ante organismos judiciales de Norteamérica, hasta que se cumplan con todos los instrumentos legales que requieren su proceso de retorno al país que gobernó entre los años 2001 y 2005.
Este es un caso más donde las ramificaciones de la empresa brasilera Odebrecht deja sus herencias de corrupción.
Tras gobernar Perú por cinco años, Alejandro Toledo fue señalado de recibir un soborno de la compañía por más de 20 millones de dólares, al parecer utilizados para lavados de activos.
La fortuna se desprendía de sobornos que hiciera la compañía constructora más grande de américa del sur para que se le adjudicaran los permisos de obra la autopista interoceánica que conecta a Brasil con el sur de Perú; capital que luego fue a parar en dos cuentas de una banco en Costa Rica, a nombre de la suegra del expresidente Eva Fernenbug, una dama que para aquel tiempo sumaba más de 83 años y a quien adjudicaron la presidencia de una empresa conocida como ECOTEVA; cuando la adulta mayor no tenía entre sus declaraciones patrimoniales, como justificarle a la fiscalía, la cuantiosa suma de dinero que reposaban a su nombre en cuentas internacionales.
Esta acción conllevó a fortalecer la investigación en contra de su hija, Elianne Karp, esposa de Toledo, a quien desde el año 2013 la responsabilizan como cómplice en el lavado de activo y desfalco.
Desde que la justicia peruana emitió los mandatos de detención, a inicios de 2017, ambos han estado viviendo en California.
¿Cómo se configuró el delito de corrupción?
Jorge Barata, exdirector de Odebrecht en Perú, aseguró a la fiscalía de ese país que la constructora le pagó US$20 millones a Toledo a cambio de la adjudicación de dos tramos de la carretera Interoceánica Sur, que une Brasil con el sur de Perú.
El contrato con Odebrecht para construir esta vía se firmó en agosto de 2005.
En junio de este año, el empresario peruano-israelí, Josef Maiman aseguró ante fiscales peruanos haber recibido US$35 millones de Odebrecht como sobornos para Toledo.
Redacción: Fusagasugá Noticias
