Bogotá, D.C., septiembre 10 del 2018
«Al desconocer los acuerdos hechos con el Estado y colocar unilateralmente, condiciones inaceptables, este gobierno está cerrando esta mesa, acabando el proceso de diálogos y los esfuerzos hechos desde hace varios años por el ELN, la sociedad, el anterior gobierno y la comunidad internacional», dijo en su página ELN-voces.
Esa guerrilla calificó de “inaceptables” las condiciones del presidente Duque para retomar las conversaciones en Cuba.
El presidente Duque, quien asumió el poder hace un mes, aseguró el sábado que el plan de paz que se desarrollaba en Cuba solo será retomado por el nuevo gobierno si la guerrilla libera antes a «todos los rehenes» que mantiene.
El gobernante ató la suerte de las negociaciones que inició el ELN con su antecesor, el nobel de la Paz Juan Manuel Santos, no solo a que libere a los seis secuestrados que restan de un grupo de nueve que había ofrecido devolver, sino a todas a las personas en su poder.
En su comunicado, el ELN aseguró que otorgar a los militares el manejo de las liberaciones y negarse a un acuerdo para los protocolos de entrega, puso en riesgo la vida de los detenidos.
Con una fuerza de unos 1.500 combatientes y una extensa red de apoyo, el ELN ofreció liberar por su propia cuenta y pese a la falta de acuerdos a nueve policías, militares y civiles que capturó en agosto, al término de los diálogos que mantuvo durante año y medio con Santos.
El miércoles devolvió a tres militares, que según el alto mando castrense habían sido interceptados de civil y desarmados en Arauca, cerca de la frontera con Venezuela.
«Tan pronto encontremos la forma de sobreponernos a los fuertes operativos de las Fuerzas Armadas en el Chocó, cumpliremos con estas liberaciones» que faltan, explicó el ELN.
El gobierno calcula que por lo menos son 16 los rehenes en manos de la agrupación guevarista, que históricamente se ha financia.
El gobierno calcula que por lo menos son 16 los rehenes en manos de la agrupación guevarista, que históricamente se ha financiado con secuestros y extorsiones para sostener un levantamiento armado de más de medio siglo.
Reconocida oficialmente como la última organización guerrillera en Colombia, las autoridades creen que también se ha financiado con el narcotráfico y la minería ilegal.
Fuente NOTICIAS CARACOL/AFP