El 40 % de los medicamentos que circulan en el mercado podrían ser falsificados. ¿Por qué un tráfico tan desmesurado de medicamentos falsificados en nuestro país?
Por: Natalia Springer
¿No le funciono el Viagra?, ¿quedó en embarazo a pesar de estar planificando?, ¿los antibióticos no le hacen efecto?, ¿no ha bajado ni un gramo de peso con ese producto estrella que promete cambios radicales en pocos días?, ¿se ha sentido más enfermo luego de tomar algún medicamento? Tenga cuidado, usted podría estar consumiendo medicamentos falsificados.
Colombia es uno de los 10 países en donde más se producen y consumen medicamentos falsificados, robados o de contrabando en el mundo. Hasta un 40 % de los medicamentos que circulan en el mercado podrían ser falsificados.
Eso tiene varias explicaciones. La primera de todas, el alto costo. En el año 2002 se emprendieron medidas que favorecieron la desregulación de los precios, lo que disparo la especulación. Para el año 2010, tan solo el sistema de seguridad social asumió sobrecostos por un billón de pesos respecto al año anterior.
A pesar de los esfuerzos emprendidos personalmente por el ministro de Salud Alejandro Gaviria por detener esta especulación, seguimos pagando los medicamentos esenciales entre 4 a 6 veces por encima de su costo real. Déjeme darle un ejemplo. Un medicamento tan común como el Eutirox de la casa Merck, cuesta en Colombia 43.300 pesos en la presentación de 50 tabletas de 100 mcg. Mientras tanto en España, la caja de 100 tabletas (el doble) cuesta 4.93 euros, es decir, 17.255 pesos. Este es un medicamento esencial que cualquier persona con un trastorno de tiroides (que es uno de los más comunes) o cáncer, tienen que consumir de por vida.
La situación es especialmente más grave en el caso de los medicamentos que no tienen competencia en el mercado, como algunos de los que tratan enfermedades cardiovasculares o el cáncer. Esa es la razón primaria por la que la gente, buscando precios más económicos, acude a farmacias pequeñas o al internet, en donde se ofrecen mucho más baratos y caen víctima de las falsificaciones.
Entre los medicamentos que más se falsifican están los suplementos para adelgazar, los antibióticos, los antidepresivos, las pastillas anticonceptivas y para el tratamiento de la disfunción eréctil, los medicamentos para tratar el cáncer y las enfermedades cardiovasculares (especialmente la hipertensión).
Estas falsificaciones se producen en laboratorios provisionales instalados en casas y apartamentos sin condiciones higiénicas, y para producirlas usan desde azúcar de cocina hasta veneno para ratas, toxinas, y principios activos de mala calidad en proporciones inadecuadas. Estos medicamentos falsificados son un peligro para la salud de quien los consume y producen síntomas como envenenamiento, fatiga, dolor de cabeza, vomito y mareo, además del empeoramiento de la condición que estaban destinados a tratar.
Los departamentos infestados con cocinas improvisadas de medicamentos falsificados, troqueladoras e impresoras de empaques falsos son Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cauca, Sucre y Magdalena. Los departamentos en donde más se comercializan estas falsificaciones son Nariño y Norte de Santander. Los distribuidores de estas falsificaciones le aseguran a los compradores que pueden vender más barato porque se trata de medicamentos que traen de contrabando desde el Ecuador o Venezuela sin pagar impuestos.
Muchas de estas falsificaciones alcanzan los depósitos de hospitales y centros de salud que, dependiendo de la categoría, pueden llegar a gastar hasta 10.000 millones en medicamentos que adquieren mediante licitación. En busca de recortar el déficit, se le ha abierto la puerta a licitantes que ofrecen medicamentos a precios a los que los proveedores tradicionales no pueden competir. Esa es la razón por la que la mayor cantidad de reportes de medicamentos falsificados provienen de las mismas clínicas y las EPS.
Pero la pregunta es, ¿Por qué Colombia?, ¿Por qué un tráfico tan desmesurado de medicamentos falsificados en nuestro país? La respuesta está directamente relacionada con el incremento del área sembrada de coca en los últimos años y la necesidad que tiene ese mercado ilegal de lavar el dinero de esa bonanza. Esa es la misma razón por la que los departamentos en donde más se comercializan estas falsificaciones son departamentos de frontera críticos para el tráfico de drogas. Es por Tumaco por donde ingresan toneladas de principios activos falsificados.
Ese lavadero, que es también responsable por todo el contrabando que ingresa al país, encontró en la falsificación de medicamentos la mejor manera de lavar billones de forma segura e indetectable.
Una de las muchas promesas por las que accedimos a pagar un precio tan extremadamente alto por el proceso de paz era que se iba a abordar efectivamente el problema del narcotráfico. 8 años después, tenemos 180 000 hectáreas sembradas de coca (estimado para este año, el más alto desde que se iniciaron las mediciones) y a cientos de carteles intensificando la venta de estupefacientes para aumentar el mercado interno, orientándose específicamente hacia los niños y jóvenes, en colegios y parques. Y a los demás, nos están haciendo tragar medicamentos falsificados para lavar el dinero.
Es una epidemia de salud pública y hasta ahora, no se ha oído una sola propuesta para resolver este problema. Así que, hágame caso y piense en eso a la hora de votar el año entrante.
*Agradezco especialmente al Dr. Pablo Andrés Miranda por su invaluable ayuda en el proceso de investigación de esta columna.