La Gobernación confirmó que hasta el 29 de noviembre se recibirán propuestas para la construcción y operación del Regiotram de Occidente, que conectará a Facatativá con el centro de Bogotá en un recorrido de 48 minutos que, hoy, toma entre dos y tres horas.

La iniciativa tuvo todo tipo de trabas. Desde el lío de conseguir la financiación con la nación hasta los intentos de concertarlo con Bogotá. Enrique Peñalosa, por ejemplo, no simpatizó mucho con el proyecto, y fue Jorge Rey, el actual gobernador, quien se enfrentó al reto de sacarlo adelante sin contar con el dinero de la capital, a pesar de que sobre ella va parte de su trazado.

Pero el panorama, ahora, parece ser más alentador e incluso de largo aliento. Regiotram estaría listo en cuatro años y podría contar con impulso adicional de la mano de la alcaldesa electa de Bogotá, Claudia López, una confesa entusiasta de los trenes de cercanías.

Después de una reunión con el futuro gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, López habló de la posibilidad de ampliar la capacidad de Regiotram. “Arranca con 110.000 pasajeros. Pero si Bogotá colabora con un dinero, puede llegar a 195.000”, afirmó. En campaña, además, se refirió a posibles planes de complementar el tren con el servicio de carga y de gestionar la integración tarifaria con los sistemas de transporte de Bogotá.

Y, después de Regiotram, los trenes de cercanías parecen tener proyección en Bogotá-Región. En este momento, se adelantan los estudios de factibilidad del Tren del Norte, que transportará pasajeros y carga entre Bogotá y Zipaquirá, pasando, además, por Cajicá y Chía.

Nos corresponde a nosotros hacer los estudios de detalle y buscar la factibilidad de financiación con Bogotá y la nación. Pero cuando se tiene voluntad de la capital es más fácil. Regiotram tardó porque el modelo financiero se desbarató cuando Bogotá no quiso participar y tampoco quería dar permisos para pasos y conexiones. Hoy escuchamos con alegría que Claudia López quiere participar en el Tren del Norte”, le explicó recientemente Nicolás García, el próximo gobernador, a este diario en una entrevista.

«Regiotram tardó porque el modelo financiero se desbarató cuando Bogotá no quiso participar y tampoco quería dar permisos para pasos y conexiones».

López, de hecho, habla de un trazado más ambicioso. Su propuesta de Tren del Norte manda los rieles hasta Soacha. Sin embargo, este es un asunto que habría que resolver en 2020: las vías férreas de Soacha ya fueron entregadas a las Gobernación por un convenio con el Invías, pero serán utilizadas para las fases II y III de TransMilenio hacia ese municipio.

Los beneficios

Expertos han celebrado que los trenes de cercanías se hayan sacado adelante en la región. “Son proyectos de vida útil de 50 y hasta 100 años. Aunque es una inversión alta, dura más que un bus y es totalmente eléctrico”, afirma Edder Velandia, académico de movilidad ambiental de la Universidad de La Salle.

Velandia agregó que hay otros trazados interesantes en Cundinamarca. “Hay una línea férrea que llega hasta el Salto del Tequendama. Y también se puede pensar en un proyecto que conecte a Tocancipá con el centro de Bogotá. Con estas, serían 4 las líneas de trenes de cercanías. Imagina una Bogotá que pudiera conectarse a ese nivel”, menciona.

Cundinamarca cuenta con 300 kilómetros de vías férreas, de las 3.338 que hay regadas por todo el país.

Vía: EL TIEMPO – REDACCIÓN BOGOTÁ