Nuestro director Alejandro Castro Guerrero dialogó con la precandidata a la Alcaldía de Fusagasugá Mireya Ramírez Pulido por el movimiento Compromiso Ciudadano, del exgobernador de Antioquia y excandidato presidencial, Sergio Fajardo.
Esta fusagasugueña, que estudió en el Teodoro Aya Villaveces, cursó estudios de derecho en la Universidad Libre, en la ciudad de Bogotá, convencida de que a través del derecho lograría adquirir las herramientas para transformar la sociedad. Su primer trabajo a nivel social fue con la Corporación Jóvenes Constructores de Paz, después de titularse. “Ahí comprendimos que la paz no se hace en una mesa de negociación, sino a través de romper las brechas e injusticias que nos trae la injusticia social y la injusticia económica, generamos 7 líneas de proyecto y los apalancamos con la cooperación internacional. Este proyecto nos permitió salir de nuestros municipios, conocer la realidad de otros municipios, compartir y construir unas políticas públicas a nivel del departamento y salir del país, gracias a este proyecto estuve en un proyecto de doble idioma en Southeastern Louisiana University”, cuenta la precandidata. Posteriormente, y gracias al proyecto obtuvo una beca para formarse en Gestión del Desarrollo Local en la Fundación SET de España y luego se involucró con la Asociación de Productores de Frijol en la región del Sumapaz, aplicando sus conocimientos. Actualmente fue elegida como una de las consejeras departamentales de su movimiento, y cuenta que hechos políticos como la consulta antiminera y la consulta anticorrupción del año 2018 hicieron que Compromiso Ciudadano quisiera fortalecer su trabajo en el municipio.
Sostiene que la política debe renovarse y buscar alternativas distintas a las tradicionales. “Creo que nos han irrespetado demasiado, creo que tenemos la posibilidad de elegir por nosotros mismos, las redes sociales nos dan la oportunidad de conocer, de investigar, ya no estamos en el régimen de los caciques y los indios y del señor feudal y los siervos, aquí somos ciudadanos con autonomía, capacidad y valores que queremos y podemos transformar nuestra sociedad, que ya no comemos entero de nosotros depende unirnos en pos de las transformaciones que requiere nuestra sociedad” , dice, y puntualiza que Fusagasugá reclama un rumbo diferente en la política y la manera de gobernar.
Por otra parte, afirma que las grandes transformaciones se construyen en el largo, mediano y corto plazo y que por ello el proyecto debe trascender en el tiempo más allá del una administración y que por eso el movimiento ha invitado a los ciudadanos que tengan interés a presentar sus nombres como candidatos al concejo y a la Alcaldía.
Los ejes de su propuesta
Para Mireya Ramirez, Fusagasugá necesita construir una visión colectiva para el desarrollo a largo plazo, que va más allá de un POT y que incluya temas como el medio ambiente, la cultura y la educación como eje fundamental, además del fortalecimiento de la familia y el papel de la mujer en la sociedad como agentes de transformación. También se refiere a la generación de empleo a través del desarrollo local. “Debemos identificar cuales son los ejes del desarrollo local, que de acuerdo a los estudios que hemos hecho desde hace 10 años, tienen que ver con la agroindustria, el turismo y la calidad de vida”, dice, y agrega que es importante el cuidado del agua, el aire, el medio ambiente en una ciudad organizada y con movilidad. Añade que todo esto no puede darse si no se tiene seguridad.
Por otra parte, habla sobre la necesidad de articular esfuerzos entre fiscalía, jueces y redes de ciudadanos para hacer frente a delitos como la trata de niñas, la violencia intrafamiliar, el hurto callejero y el tráfico de drogas. Considera que la seguridad es un problema social producto de la descomposición de la familia y de desatención a la infancia y a temas como el embarazo adolescente y que se requiere una caracterización de estos problemas para buscar soluciones efectivas y también buscar la eficacia de los mecanismos de control del Estado para que los delitos sean debidamente sancionados.
Con relación al desarrollo de vivienda, sostiene que los proyectos que se desarrollen deben tener como prioridad a la gente de Fusagasugá, “y tiene que vincularse con el desarrollo productivo de la ciudad, no podemos simplemente urbanizar y que lleguen muchas personas sin nada que hacer y que se dediquen a delinquir”, dice y habla de un urbanismo que respete el código de construcción sostenible, desarrollando una ciudad con senderos peatonales, ciclorutas, parques y calidad de vida. Sostiene que Fusagasugá tiene que ampliar su oferta turística y hotelera, aprovechando las características del territorio para traer turismo al municipio “a través de unas infraestructuras del desarrollo tanto en lo turístico como en lo agropecuario y ahí necesitamos a la gente que quiere a Fusagasugá y tiene la posibilidad económica para poder hacer empresas de economía mixta y echar a andar los procesos de desarrollo”. Una de sus banderas es el desarrollo de Fusagasugá como ciudad energética y verde para ser pioneros en el desarrollo sostenible en el uso de energías limpias para hacer frente al cambio climático y los problemas de contaminación y recuerda que Fusagasugá hace parte de este proyecto piloto a nivel nacional junto con Pasto y Montería en un proyecto que cuenta con apoyo internacional.
“Uno de mis sueños ha sido la constitución de una agencia para el desarrollo de Fusagasugá y la región, que será una herramienta que permita elaborar los proyectos, gestionarlos y ejecutarlos indistintamente de quién sea el administrador de turno”, cuenta.
La hoy precandidata por el movimiento de Fajardo critica lo que llama clientelismo de la Administración Cifuentes Sabogal y vuelve sobre la necesidad de impulsar un cambio en la política no solo a nivel local sino nacional y que se debe “quebrantar a los mesías”. “Nos encanta endiosar a alguien, decir que viene uno de derecha o de izquierda y que ellos son los salvadores, pero nosotros somos los salvadores de nuestra nación, los ciudadanos”, puntualiza.