Por: Oscar Rodríguez Triviño
Ya se nos está volviendo cotidiano en Fusagasugá que fenómenos de hundimiento, remoción en masa y colapso de terrenos aluviales se manifiesten como puntos de riesgo en diferentes ubicaciones a lo ancho y alto del cerro Fusacatán, además de que cada vez más están generando gran cantidad de pérdidas económicas para la ciudadanía.
Sin embargo, frente a esto es necesario deliberar que tanta responsabilidad administrativa en el ejercicio de su función pública alcanza a tener el actual periodo en cuestión; nos alarma quedar al evidente que no se está haciendo una correcta supervisión, un mantenimiento y control permanente y efectivo de nuestro alcantarillado, nos estamos quedando cortos e impotentes ¿Sera?…
De acuerdo con el resaltado en amarillo de la siguiente cita del proyecto de investigación “FUSACATÁN” que le radicamos a la Alcaldía, se previno desde agosto pasado de posibles socavones, dolinas o hundimientos con riesgo en el barrio Pekín, dejando más una vez en evidencia el descuido y atraso de nuestro sistema de alcantarillado de la quebrada La Parroquia, como uno de los varios puntos neurálgicos:
Entiéndase que la vía colapsó por el reblandamiento de la tierra, sumado al deficiente control y falta de campañas ambientales y pedagógicas sobre los residuos sólidos y la recolección de basuras, además de un sistema defectuoso para aguas negras junto a un estado físico de la alcantarilla en cuestionable supervisión.
Unas semanas atrás ya se tenía conocimiento de las dificultades en la zona, si con un mantenimiento efectivo y una eficaz gestión de recursos se hubiera hecho el mantenimiento adecuado a la alcantarilla seguramente la historia fuera otra.
Conocemos la zona, unos metros arriba existe zonas de descarga local que como depresiones se convierten en terrenos pantanosos (BIELZA, 1993). Comprendiendo el desarrollo desorganizado que sufrió Fusagasugá a partir de las décadas 60-80 y posteriormente desde inicios del nuevo siglo como resultado de la acelerada expansión urbana de la ciudad. De tal forma que grandes extensiones de suelo agrícola se han urbanizado en lugares no aptos para vivienda, lo que desenlaza en la instalación de sistema de alcantarillado y construcción de nuevas edificaciones en zonas de ladera, ignorando el riesgo que esto genera. (Universidad de Zaragosa. Departamento de geología, 1988).
Ahora bien, de acuerdo a la Universidad de Zaragoza, Departamento de geología (1998) las dolinas o hundimientos de socavones son: depresiones superficiales del suelo que resultan cuando un vacío subterráneo debilita el apoyo de la tierra por encima y amenazan los suministros de agua por el drenaje de agua sin filtrar de los arroyos, lagos y humedales directamente en los acuíferos.
Y, aunque las comunidades de estos barrios limítrofes vienen en proceso de modernización desde la concepción urbanista, existen deficientes sistemas de alcantarillado y sin control; palabras más palabras menos: la naturaleza nos está desafiando por sus arterias desde sus subsuelos a reorganizarnos mejor territorialmente para convivir con nuestro eco-sistémica y a resignificarlos.
En la Universidad de Cundinamarca hemos avanzado en observaciones y encuestas de campo en las cinco veredas que abarca nuestra investigación en el Cerro Fusacatán. Ahora estamos haciendo un inventario de los casos recientes y actuales de hundimientos manifestados fundamentalmente por los daños ocasionados en terrenos de cultivo y construcciones, sin embargo, preguntamos: ¿Acaso esos estudios de remoción en masa no son los que le interesan inicialmente a la Alcaldía?…
Además, los estudios de remoción en masa y aguas salvajes los contemplamos como una prioridad siendo parte de más de 20 estudios entregables diseñados y en fases de ejecución e implementación, a un cómodo precio preventivo para los fusagasugueños.
Proyecto que cubre una suma total de 1.500 millones de pesos; considerando expertos de la universidad de Cundinamarca que el proyecto incluso por su profundidad metodológica en realidad alcanzaría un valor superior a los 1.500 millones acercándolo por un valor superior a los 2.000 millones; es decir que le estamos ahorrando a la Administración Municipal, y a los fusagasugueños casi 900 millones de pesos, adicionando a esto que es un macro convenio donde la Universidad ya coloco una suma estimada de más de 100.000 millones el semestre pasado entre pago a profesores por propiedad intelectual, asesorías, sumado a equipos técnicos y tecnológicos. Agréguese que de estos 1.500 millones la Universidad colocaría un cifra de aproximadamente 400 millones de pesos de manera cooperativa en esta responsabilidad que en primera instancia es de la Alcaldía. Por nuestra parte, sabemos racionalizar los recursos y ajustarnos con honestidad.
Frente a esto, uno no se explica cómo contemplan presupuesto además por asesoría como siempre a particulares por valor incluso de 300 millones de pesos y no se convencen a sí mismos de la prontitud de colocar sobre la misma mesa UDEC – Alcaldía, esos mismos 300 millones de pesos como mínimo cada uno para proteger el cerro Fusacatán…Que en síntesis no es más que la voluntad para proteger a tiempo a las familias fusagasugueñas, sus techos y sus ecosistemas.
Los mismos 300 millones de pesos que está dispuesta a colocar la Universidad de Cundinamarca desde el semestre pasado sin titubeos para sacar adelante esta investigación, amigos lectores es más cuestión de voluntad que de presupuesto, ciudadanos de Fusagasugá: Querer es poder, poder es hacer, hacer es querer…¿Qué nos falta en la ciudad entonces?…
Sin embargo, si la Alcaldía piensa no trabajar juntos con nosotros por distancias confusas, es de todas formas necesario saber con quiénes van a hacer la mayoría de los estudios que les planteamos, porque no nos digamos mentiras, POT que no tiene soportes técnicos e investigativos no nos sirve para aprobarlo por falta de contexto de un análisis serio de la problemática ambiental de Fusagasugá, ya perdimos 800 millones hace 6 años por un POT presentado y tumbado por algunas lagunas conceptuales y otras lagunas o quebradas que no correspondían…
La Universidad de Cundinamarca solicita su inclusión en el POT de Fusagasugá tanto dentro de la redacción del texto por primera vez, como también en los convenios institucionales para que avancemos en la ejecución del ordenamiento territorial, es de ciegos desconocer que es con nosotros que reconstruiremos la ciudad en términos de desarrollo y territorialidad en los próximos años…Por lo que incluso solicitamos un espacio en el Consejo Territorial para poder aportar y complementar nuestro POT:
En verdad, nos preocupa seriamente al escuchar respuestas como esas de que no hay presupuesto, que dos años desde que se inició no se gestionó el dinero necesario para ejecutar y abordar a prioridad y profundidad ambiental la problemática de nuestros cerros; conocemos del empuje de los fusagasugueños, ¡Somos emprendedores, activos, enérgicos, diligentes! Pero se lleva desde el 2014 gestionando ante la gobernación, el mismo tiempo o más que llevan con el cerro Fusacatán haciendo estudios y gestionando dinero.
Es decir que desde que inició la actual Administración se lleva gestionando recursos económicos sin ningún logro concreto, todo indica que la ciudadanía deberá entonces colocar los ojos ahora en el gobernador Jorge Emilio Rey, y en el Gobierno Santos a través del Ministerio de Medio Ambiente.
Fuente: Proyecto Investigación Fusacatán radicado Agosto 2017