Lucía Pardo Mora, es la representante legal de la asociación de mujeres ahorradoras de Fusagasugá. Ella nos recibió en la fábrica de achiras de sagú, una empresa que inició en el año 2012, gracias a la iniciativa de 9 mujeres cabezas de hogar y un hombre, que decidieron ahorrar 1300 pesos diarios durante un año para reunir el capital que les permitió en el 2013, iniciar operaciones en la fábrica de achiras.
Las probamos y son deliciosas, las achiras de sagú se diferencian de las otras en la materia prima, el sagú, una especie de palmera de cuyo tronco se extrae un almidón o fécula, que dicho sea de paso, es libre de gluten. Posee hierro, fósforo, proteínas y carbohidratos y tiene propiedades energéticas, antiinflamatorias y depurativas, es hipoalergénico y se recomienda a quienes tienen problemas digestivos, muy útil en convalecientes y bebés. Sirve de tratamiento para problemas digestivos como gastritis y colitis.
“Quisimos rescatar algo de la región del Sumapaz, de los ancestros, los indios sutagao cultivaban el sagú y la quinua, hace miles y miles de años. Nosotras nos inclinamos por el sagú y entonces lo tomamos como materia prima, hicimos el estudio con el Sena y con la universidad y de ahí nació la idea de hacer un producto fusagasugueño, con producto cultivado por campesinos de la región”, relata Lucía con la certeza de saber que no se equivocaron con la elección… “Actualmente somos 4 asocias activas y ya le pudimos dar empleo a una mujer más, también cabeza de familia”, anuncia orgullosa.
En la fábrica sacan entre 400 y 500 paquetes de achiras de producción a la semana, que comercializan en diferentes puntos del municipio.
Estas mujeres emprendedoras, serán parte de la Rueda de negocios organizada por el Batallón de Infantería No. 39 Sumapaz. Allí no sólo llevaran su producto insignia, las achiras, sino que presentarán a los presentes las empanadas horneadas de sagú, un producto adicional en el negocio, que les ha permitido crecer cada vez más y demostrar que cuando se tiene voluntad, todo se logra.
