En el Tolima, la Comisión de la Verdad dialogó con organizaciones y comunidades defensoras de la naturaleza.
La Comisión de la Verdad llevó a cabo un encuentro con el Comité de Red Ambientales del Tolima, allí diálogo con quienes conocen de primera mano las afectaciones al medio ambiente a causa del conflicto armado: las comunidades y las organizaciones que luchan por los derechos de la naturaleza.
“Hoy los ríos y las montañas piden justicia porque han sido desconocidos a lo largo de la historia, ya sea por el Estado o incluso por nosotros que lo habitamos. Estamos en un proceso de reconciliación con estos ecosistemas porque estamos convencidos de que respetando el territorio donde vivimos, podemos construir una paz estable y duradera”, aseguró Robinson Mejía integrante del Comité Ambiental y Campesino de Cajamarca y Anaime.
A través de cartografía, líneas de tiempo y entrevistas colectivas, la comunidad ambiental del Tolima, delineó las tensiones existentes en la defensa por la vida, el agua, el territorio, además, plasmaron alternativas para reparar a la naturaleza y promover la no repetición.
“Gracias al encuentro pudimos establecer algunos patrones de vulneración al Derecho Internacional Humanitario y violaciones a los derechos humanos cometidas en contra de las poblaciones que custodian los recursos naturales y en contra de quienes lideran las luchas ambientalistas en el Tolima”, expresó Claudia Rivera, coordinadora del objetivo de esclarecimiento de la territorial Tolima de la Comisión de la Verdad.
En Colombia los grupos armados ilegales con el uso explosivos no convencionales, la voladura de oleoductos, el uso de ríos para ejercer el delito de la desaparición forzada, la afectación de cuencas hídricas, la siembra de cultivos de uso ilícito y el desarrollo de la minería ilegal, han impactado directa o indirectamente la naturaleza.
Incluso, según algunos de los asistentes, todavía hay minas en páramos y bosques, que no solo la afectan a la fauna sino también a campesinos y campesinas de esos territorios.
Durante el encuentro, Flor Munera, integrante del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, organización que acompaña a comunidades, procesos sociales señaló: “Estamos viendo el territorio y el medio ambiente como un sujeto de derechos, antes nunca lo habíamos visto así. Lo más importante es que podamos probar que realmente ha sufrido tanto como nosotros los seres humanos. Nuestros territorios también han sufrido este conflicto armado por más de 60 años”.