Vamos a vivir una experiencia de calma y llena de naturaleza, en Boyacá y Cundinamarca.
Uno de los planes más relajantes para todos los bogotanos y visitantes en el país durante los fines de semana, es viajar a destinos que les permitan reconectarse con la naturaleza y escapar de la rutina. Pensando en su comunidad viajera, Booking.com identificó las cuatro lagunas cerca de la capital para poder disfrutar de los paisajes, escuchar el sonido de los animales y poder practicar deportes náuticos.
Embalse del Neusa
Ubicado al norte de la ciudad, cerca del municipio de Cogua, se encuentra el hermoso Embalse del Neusa un espacio con 3.700 hectáreas de bosque, donde los visitantes podrán disfrutar de las plantaciones forestales de pinos y eucalipto, y realizar actividades como senderismo, camping y ciclo montañismo.
Adicionalmente, este hermoso lugar cuenta con 940 hectáreas de embalse, donde los viajeros podrán practicar la pesca y realizar deportes acuáticos.
Laguna de Guatavita
Se encuentra a 75 kilómetros de Bogotá y hace parte del municipio de Sesquilé. Es considerada como un lugar sagrado, donde antiguamente el pueblo precolombino de los muiscas realizaba rituales. Hoy en día, es uno de los sitios predilectos para realizar turismo contemplativo y pasear por los senderos del lugar.
Embalse de Tominé
Está situado entre los municipios de Guatavita y Sesquilé, al norte de la capital y hace parte del sistema hídrico de la Sabana de Bogotá. En este cuerpo de agua se pueden practicas todo tipo de actividades como esquí náutico, viajes en velero y caminatas por los alrededores del embalse.
Lago Sochagota, Paipa
Fuente hídrica construida sobre un humedal natural que tiene como objetivo principal atraer turistas a la zona. Su principal afluente es la quebrada El Satélite y sus aguas desembocan en el río Chicamocha. Los viajeros que visiten esta maravilla natural pueden recorrer sus alrededores con caminatas cortas.
Lina Dionicio