Se incautaron 1.000 celulares y se aplicó extinción de dominio a un centro comercial y seis razones sociales con un avalúo comercial de 3.300 millones de pesos. Los aparatos se recuperaron en operativos en Cota, Tabio, Tenjo, Mosquera, Funza, Madrid, Chía y Bogotá.

Bogotá, D.C., 7 de mayo del 2019

La Gobernación de Cundinamarca en un trabajo interinstitucional con la Policía del departamento y la Fiscalía General de la Nación, entregaron importantes resultados de la ofensiva contra el hurto a personas (hurto a celulares), en el marco de la estrategia ‘100 Horas de Seguridad’, iniciativa diseñada para que cada fin de semana, iniciando el jueves y finalizando cada domingo, se realicen labores permanentes respecto a una modalidad de delito.

«En el marco del plan choque Construyendo Seguridad y en articulación con las autoridades departamentales con las cuales desarrollamos la iniciativa «100 Horas de Seguridad», se adelanta esta gran ofensiva que incluye todo un componente del grupo de operaciones especiales (Goes), unidades de investigación criminal, que focaliza los esfuerzos para la interrupción del crimen y el delito en hurto de celulares. Aquí logramos la captura de 17 personas, 14 de ellos en flagrancia y tres por orden judicial«, manifestó el coronel Necton Lincon Borja Miranda, comandante de la Policía de Cundinamarca.

En el operativo fueron incautados 1.000 celulares, de los cuales 100, registrados previamente, serán entregados a sus propietarios.

El gobernador, Jorge Emilio Rey Ángel, por su parte, presentó las acciones desarrolladas en el municipio de Girardot, donde se llevó a cabo la extinción de dominio de los inmuebles avaluados en $3.300 millones, en los cuales se vendían y comercializaban estos celulares hurtados: “Especialmente pudimos concentrar esfuerzos en la ciudad de Girardot, donde por primera vez en el departamento de Cundinamarca se logra la extinción de dominio de diez inmuebles por esta vía, ordenada por un juez. Esperamos que hoy en Girardot se respire un ambiente de mayor seguridad”.

Dentro de los inmuebles se encuentra el Centro Comercial Sucre, lugar al cual llegaban los celulares robados para ser sometidos a un software «malicioso» que permitía romper los imei y dejarlos aparentemente nuevos para su comercialización. En su mayoría los celulares robados provenían de dos centros de acopio identificados y allanados en la localidad de Suba en Bogotá.