La Iglesia católica de Colombia reconoció que en el país hay más de cien casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y aseguró que los religiosos que sepan de estos sucesos y no los denuncien son también “abusadores”.
Bogotá, D.C., 11 de marzo del 2019
“Solo en Bogotá tenemos 12 casos de abusos, y en toda Colombia podríamos hablar de más de 100”, dijo el cardenal colombiano Rubén Salazar a la revista local Semana.
El arzobispo de Bogotá, que no precisó las edades de las víctimas ni el periodo en que fueron cometidos los abusos, aseguró que el religioso que no denuncie estos casos “es encubridor y cómplice, y tiene que responder como si fuera abusador”.
“Hay obispos que todavía creen que esto se puede manejar un poquito, como en familia, que no es necesario una denuncia, que esto se puede tomar como un problema moral del sacerdote y no como un crimen sometido a la legislación civil”, agregó.
Salazar abogó para que las víctimas reciban “una reparación integral”, que incluya asistencia psicológica y compensación económica. El religioso intervino en el Encuentro sobre la Protección de Menores realizado a finales de febrero en el Vaticano.
En esa reunión reclamó que la Iglesia Católica implemente un modelo global para tener cifras y estadísticas sobre los abusos sexuales relacionados con miembros de la institución religiosa. “En la inmensa mayoría de países la Iglesia no las tiene”, apuntó.
Sin embargo, aseguró que el tema se abordará en la próxima asamblea de la Conferencia Episcopal de Colombia: “Los obispos tendrán que reportar todos los casos”, aseveró.
En Colombia, un país de 48 millones de habitantes de mayoría católica, al menos una veintena de sacerdotes han sido señalados por abusos sexuales contra menores en los últimos años, según las autoridades y conteos de medios locales.
El Papa Francisco se comprometió en febrero, en la cumbre contra la pederastia de los curas, a tomar “medidas concretas y eficaces” contra la “plaga” de los abusos sexuales, muchos de ellos contra menores, lo cual ha desacreditado la milenaria institución.
Fuente: Revista Semana