Los chalecos amarillos volvieron a protestar en las calles de París y Estrasburgo, Francia, dos días después de los anuncios del presidente Emmanuel Macron sobre la crisis social en el país.

A la protesta se convocó a 5 mil 500 manifestantes en Francia, entre ellos 2 mil 600 en París, según cifras del ministerio del Interior.

La semana pasada  los manifestantes eran 9 mil 600 en el país, de los cuales 6 mil 700 estaban en la capital.

El jueves por la noche, el presidente francés anunció un conjunto de medidas destinadas a aumentar el poder adquisitivo de las clases medias y pobres. Desde hace cinco meses, los chalecos amarillos protestan cada sábado, para exigir más justicia social y fiscal, en unas protestas en ocasiones salpicadas de violencia.

​En Estrasburgo marcharon alrededor de 2 mil chalecos amarillos, mientras que las fuerzas de seguridad custodiaban las calles de acceso a las instituciones europeas y replicaron con gases lacrimógenos ante los proyectiles arrojados por algunos manifestantes.

Entre las medidas anunciadas por Macron el jueves se encuentra una «significativa» reducción de impuestos para las clases medias y la indexación de las pensiones inferiores a 2 mil euros mensuales con la inflación, dos de las principales reivindicaciones de los «chalecos amarillos».

El presidente se comprometió también a «reorganizar profundamente» la administración pública para reforzar los servicios públicos fuera de las grandes aglomeraciones, otra de las demandas de este colectivo que vio la luz en la Francia rural y provinciana, que mira impotente el cierre de sus escuelas y hospitales.

Fuente: AFP