La imagen idílica de las palomas revoloteando en una plaza pública ha pasado a la posteridad. Las ciudades y los pueblos están literalmente invadidos por estas aves que se multiplican con rapidez ocupando y dañando el mobiliario urbano y convirtiéndose en un potencial riesgo para la salud.
Redacción: Fusagasugá Noticias
Las palomas se han aclimatado perfectamente al hábitat urbano donde instalan sus nidos en cualquier tejado o recoveco de los edificios de las ciudades o pueblos y donde son alimentadas por los habitantes de las ciudades y pueblos de manera desprevenida. Estas aves se pueden reproducir varias veces entre los meses de marzo y agosto y suelen tener uno o dos pichones cada vez.
El concejal Jhonatan Martínez del Partido MIRA, realizó una exposición clara y precisa en el Concejo Municipal, la semana anterior, acerca de la peligrosidad del aumento de la población de palomas en Fusagasugá, en donde es común y corriente observar a padres de familia con sus hijos menores alimentando estos animalitos , especialmente en la Plaza Mayor.
De acuerdo con el cabildante las palomas urbanas son un potencial riesgo para la salud. Y, la principal preocupación es que la mayoría de las personas desconocen que las palomas son agentes transmisores de varias enfermedades:
“Las propuestas que se han planteado a la Administración Municipal, a través del control político que se adelantó a la Secretaría de Salud para el tema de Zoonosis se encaminan a buscar la manera de erradicar la sobrepoblación que existe actualmente de palomas en el municipio porque se puede convertir en un problema de salud pública”, dijo el Concejal Martínez en diálogo con Fusagasugá Noticias.
“Pedimos que esto sea tenido en cuenta para que a través de medicamentos y la alimentación de las palomas, la Administración empiece a establecer un control. La Administración propuso crear palomeras especiales para poder generar control de los huevos y mezclar en el alimento que se les pueda suministrar en esas palomeras un medicamento que impida la ovación para que no puedan seguirse reproduciendo, ya que en un solo año, una paloma puede reproducirse 3 o 4 veces”, añadió el cabildante.
Martínez asegura además que las heces de estos animales han deteriorado el mobiliario urbano. “Para adelantar este debate hicimos visita a diferentes espacios de Fusagasugá, como la Catedral Nuestra Señora de Belén, el Centro Administrativo Municipal, las viviendas que están alrededor de la Plaza Central y algunos sectores como la plazoleta del Éxito donde también ya se está evidenciando la sobrepoblación de palomas, además de otros sectores donde ellas están anidando, en viviendas, en techos, en acantilados de diferentes entornos urbanísticos del municipio”.
Salud Pública
Las enfermedades infecciosas que las palomas pueden transmitir a los humanos no es algo común ya que es necesario un contacto directo con este ave o con sus excrementos, una de las principales vías de transmisión.
Psitacosis o clamidiosis
La bacteria Chamydia Psittaci es la responsable de la psitacosis, enfermedad habitualmente transmitida por loros, periquitos y papagayos, aunque también las palomas pueden ser infectadas y convertirse en transmisoras de esta bacteria al hombre por vía respiratoria, secrecciones nasales, excrementos o tejidos y plumas, según una publicación del Instituto de Alimentos y Ciencias Agrícolas de la Universidad de Florida (Estados Unidos).
Esta enfermedad provoca en el hombre cuadros similares a la neumonía y a la gripe e incluso dolencias digestivas ya que esta bacteria penetra en el organismo a través de las vías respiratorias y se propaga por el torrente sanguíneo para invadir el pulmón, el bazo e hígado.
La psitacosis es una enfermedad más frecuente en personas que están en contacto directo con las aves, como aquellos que trabajan en plantas avícolas.
Salmonelosis
Los excrementos de las palomas pueden ser una vía de infección de la salmonela, una infección bacteriana que puede llegar a través de alimentos contaminados e incluso por la ropa tendida, explica Manuel Pizarro, profesor de anatomía patológica en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en aves.
El cuadro que provoca en el humano es de fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
Alveolitis alérgica
Es una reacción alérgica, una hipersensibilidad a las plumas y al polvo fecal de las palomas y se produce por una exposición continua de un individuo a estas aves, como los que trabajan en un criadero realizando tareas de limpieza de las casetas.
Provoca la inflamación de los alveolos de los pulmones y los síntomas son tos, dificultad para respirar, fiebre y escalofríos. Se puede confundir con un resfriado.
Criptococosis
El Crytococcus Neoformans es un hongo que se localiza en el excremento de las palomas. En realidad el reservorio (donde se aloja el hongo) es el suelo con el excremento y no el animal.
Según el estudio de la Universidad de Florida, la transmisión se produce por inhalación de levaduras parecidas a los hongos, aunque puede ocurrir ocasionalmente por ingestión.
Los humanos pueden adquirir esta enfermedad si están en contacto con los nidos de las palomas donde también se concentran parásitos y piojos propios de estas aves.
La criptococosis en humanos se manifiesta como meningitis o meningoencefalitis y es usualmente precedida por una infección pulmonar con tos, estornudos con sangre, fiebre y malestar.