Las dudas y temores han estado rondando los consultorios médicos en las últimas décadas ¿Por qué las niñas están llegando a la pubertad a una edad más temprana que las de generaciones anteriores? Se estima que desde 1920 hasta hoy el tránsito de la niñez a la pubertad ha caído en promedio unos cinco años. Años atrás investigadores alemanes calcularon que en 1860, la edad promedio de inicio de la pubertad en las niñas era de 16.6 años. En 1920, era 14.6; en 1950, 13.1; 1980, 12,5; y en 2010, había bajado a 10.5.

Las causas detrás de este fenómeno no han resultado nada fáciles de identificar. Varias investigaciones han señalado que en parte el problema estaría asociado a la epidemia de obesidad. Pero esa explicación no resultó suficiente, aunque también hace parte del espectro de causas, y los ojos siempre han estado puestos en posibles “interrruptores endocrinos”, sustancias capaces de provocar corto-circuitos en el sistema hormonal de las niñas y niños.

Ahora un grupo financiado por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental y la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU, cree tener entre manos pruebas claras para señalar algunas de esas sustancias químicas. En un trabajo publicado en la revista Human Reproduction el grupo liderado por Kim  Harley de la Universidad de California demostraron la relación entre varios componentes de geles antibacteriales, productos de aseo personal y sustancias de limpieza de hogares con la aparición temprana de senos, vello púbico y otras características de desarrollo sexual. El problema con las niñas entrando más temprano en la pubertad es que aumenta su riesgo de problemas de salud mental, conductas de riesgo y cáncer de mama y ovario en el futuro como se ha demostrado en otros trabajos.

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Los estudios en animales ya habían dado pistas sobre varias sustancias químicas. Pero demostrarlo en humanos había resultado complicado. Sólo un puñado de estudos había logrado concretar algunos datos. Para superar esas barreras metodológicas los investigadores norteamericanos evaluaron a 179 niñas y 159 niños. Durante el experimento midieron las concentraciones de ftalatos, parabenos y fenoles en la orina recolectada de las madres durante el embarazo y, posteriormente, de sus hijos de 9 años. El tiempo de pubertad se evaluó cada 9 meses entre las edades de 9 y 13 años. Ningún estudio previo había sido capaz de analizar lo que sucede cuando los niños están expuestos a la mayoría de estos químicos desde el útero.

Los resultados del trabajo deberían llevar a pediatras, padres de familia y autoridades de salud a reevaluar la presencia de estas sustancias en la vida cotidiana de mujeres embarazadas. Por ejemplo, los altos niveles de triclosan, una sustancia utilizada como agente antibacteriano en algunas pastas de dientes y jabón de manos, y el 2,4-diclorofenol, un producto de descomposición del triclosán y un producto de la fabricación de pesticidas, en la orina materna durante el embarazo “se asociaron con períodos menstruales más tempranos en hijas en comparación con niveles más bajos”.

Los altos niveles de orina en la orina de ftalato de monoetilo, un derivado de productos químicos utilizado en productos de cuidado personal con fragancia, durante el embarazo se asociaron con un desarrollo anterior del vello púbico en las niñas.

Las niñas con niveles altos de orina de metilparabeno o propilparabeno, utilizados como conservantes en cosméticos, a la edad de 9 años tuvieron sus períodos menstruales en promedio más temprano que sus compañeros con niveles más bajos. El metilparabeno también se asoció con un desarrollo anterior del vello púbico y del seno.

La investigación también estableció que las niñas con altos niveles de 2,5-diclorofenol en la orina tuvieron un desarrollo posterior del vello púbico mientras que en el caso de los niños sólo se relacionaron niveles altos de propilparabeno en la orina con un desarrollo genital anterior.

Compuestos asociados a la pubertad precoz en las niñas: 

  • Triclosan, utilizado como agente antibacteriano en algunas pastas de dientes y jabón de manos.
  • 2,4-diclorofenol, un producto de descomposición del triclosán y un producto de la fabricación de pesticidas
  • 2,5-diclorofenol, usado en bolas de polilla y desodorantes para cuartos y baños.
  • Ftalato de monoetilo, un producto químico utilizado en productos de cuidado personal con fragancia.
  • Metil y propilparabeno, utilizados como conservantes en cosméticos.