Como la mayoría de fenómenos psicológicos y mentales, se deben desarrollar datos descriptivos y de diagnóstico para que puedan ser aceptados en círculos de salud clínicos/mentales.
Últimamente, un número cada vez mayor de libros, artículos, blogs, videos de YouTube y sitios de redes sociales se están enfocando en el Síndrome de Abuso Narcisista (SAN), también conocido como Síndrome de Víctima Narcisista. Cuanto más se investigue y se escriba al respecto, mayor será la probabilidad de que se desarrollen tratamientos efectivos y servicios de apoyo.
La clave del #AbusoNarcisista radica en la oscilación constante por parte de quien lo ejerce, que actúa como si fuese dos personas completamente distintas: una dulce y atenta. Y otra cruel y manipuladora. Estas dos caras coexistiendo casi simultáneamente son las que dejan a la otra persona atrapada en un doble vínculo desgastante y a ratos enloquecedor, en un ciclo que se caracteriza por cuatro fases que se suceden interminablemente:
🆘 Bombardeo amoroso:
Seducción y despliegue de todo tipo de encantos y recursos para enganchar y enamorar al otro/a, a quien pone en un pedestal y cubre de atenciones y halagos desmedidos, mostrándose como la pareja soñada.
🆘 Devaluación:
Cuando el otro/a ya está atrapado/a en su red, comienza la devaluación que ataca sus puntos más sensibles y débiles (que conoce a la perfección). La manipulación pasivo-agresiva se instala a través de sus armas más típicas y letales: la ‘luz de gas’ y el ‘castigo silencioso’. Este maltrato va drenando la energía de su víctima, la inunda de ansiedad, la lleva a dudar de sus propias percepciones e incluso de su cordura. Y en la medida que logra minar su autoestima, la puede volver más y más dependiente de sus migajas de atención.
🆘 Descarte:
Cuando nota que la admiración por parte de la otra persona ya no es incondicional y que está perdiendo esa fuente de atención, drama o afecto, la descarta abruptamente y sin consideración. Como necesita cuidar su imagen y justificarse ante otros, puede desprestigiarlo/a, presentándose como la ‘verdadera víctima’ de la historia y buscando aliados. Rápidamente puede redirigir su foco a otra persona (¿nueva presa?) a la que utilizará exactamente de la misma manera.
🆘 Hoovering (succión):
Pueden pasar semanas, meses o años y siempre regresa como si nada, en son de pareja, de amistad o de lo que sea, buscando nuevas dosis de combustible narcisista y alimento para su ego. Sobretodo reaparece cuando sospecha que puede estar quedando en el olvido. Despliega nuevamente sus encantos, pide perdón o hace promesas vacías para succionar a su presa hacia sí y su torbellino.
Y el ciclo de reanuda… hasta que la persona logra salir de ahí para liberarse definitivamente!!
Espere muy pronto un espacio exclusivo en Fusagasugá Noticias con expertos para estos y otros temas relacionados.
Por: Sole Grunert, Psicóloga especialista en Apego Adulto, Heridas de Apego y Buen Amor en Pareja.