De la otrora empresa fusagasugueña pujante, donde miles de tenderos y familias se surtían a precios muy cómodos por las inigualables y permanentes promociones, no queda mucho. Hoy cien trabajadores se resisten a la quiebra por la pésima administración de la SAE.
Por: Alejandro Castro Guerrero
‘Supermercados Cundinamarca es una compañía fundada en el sector de Santa Librada en Bogotá, en el año de 1975 por Bertha Urrea y Pedro Mora. La compañía tiene por objeto social la comercialización de bienes de consumo masivo por medio de sus cadenas de supermercados ubicadas en Fusagasugá, Facatativá, Funza, Melgar y Tocaima. La líneas de productos que maneja son fruver, panadería, víveres y carnes’.
Esta fue la corta reseña que encontramos de los famosos ‘Supercundi’, en la internet.
Con su lema ‘Siempre más economía’ se extendieron a Puerto Boyacá, Calarcá, Armenia, Girardot, Villeta, etc…
De la pujante empresa de los Mora Urrea en Fusagasugá, donde miles de familias de la provincia del Sumapaz se surtían para sus tiendas de vereda o barrio, y sus hogares, ahora no quedan sino alrededor de 100 familias que en las 6 sedes de esta ciudad, custodian un montón de mostradores vacíos, e intentan reclamar justicia por cualquier medio legal, porque sus vidas están agonizando económicamente de a poco, después de que el Gobierno Nacional a través de la SAE (Sociedad de Activos Especiales) se encargó de la administración de los Supermercados Cundinamarca.
Visitamos las instalaciones de las dos principales sedes del extinto poderoso Supercundi, el que logró acabar con varias empresas más pequeñas que sucumbieron ante las ‘inigualables promociones en granos, fruver y carnes’. Encontramos que 50 de sus trabajadores se han sindicalizado, hay mujeres y hombres que llevan más de 20 años trabajando ahí, es decir toda una vida, otros menos tiempo pero con lágrimas en sus ojos añoran el pasado de su empresa, ese pasado que según la Fiscalía no perdona a la familia Mora Urrea.
Hablamos con varios de los trabajadores quienes afirman que llevan dos quincenas sin recibir sus salarios, que muchos de sus compañeros tomaron la determinación de retirarse e ir a buscar opciones laborales en otras ciudades, porque en Fusagasugá de acuerdo con ellos, no hay mucho en qué ocuparse para sobrevivir.
En todos los testimonios que logramos reservamos la identidad para proteger a los trabajadores de posibles represalias.
«Mi esposo y yo dependemos de este trabajo, tenemos un niño y estamos muy preocupados porque no nos están pagando a tiempo, y el arriendo y demás costos de vida no dan espera», dijo una joven que lleva 2 años trabajando en la sede principal, y su esposo 4 y medio. «Cuando la SAE tomó la administración nos dijeron que la transición iba a ser difícil pero no pensábamos que la situación llegara a esto, aquí ya la clientela no consigue mucho.
De otro lado argumentaron, «el señor Iván Sierra encargado por la SAE de administrar los puntos de los Supercundi en Fusagasugá no nos da explicaciones del por qué no se están surtiendo los almacenes, esto se está acabando y ellos no han sido sinceros con nosotros los trabajadores, si los van a acabar que nos digan de una vez por todas, en otras partes del país ya se cerraron varios autoservicio, y aquí nos mantienen con mentiras.
Otra trabajadora señaló, «aquí la situación es triste, queremos que la gente se de cuenta de lo que está pasando, que no nos señalen a los trabajadores que no tenemos nada qué ver, también las más de 500 familias que vivíamos de los Supercundi eramos consumidores, aquí la mayoría de mujeres que trabajamos somos cabeza de familia».
«Es muy lamentable que en las Oficinas del Ministerio del Trabajo aquí en Fusagasugá nos hayan dicho que a ellos no les incumbe este tema de nosotros los trabajadores de los Supercundi, estamos atravesando una situación que no se la deseamos a nadie».
«Estamos siendo víctimas de un atropello por parte de la Fiscalía por un mal procedimiento, no sé, pero que en realidad nos afectó mucho a los empleados y a toda la ciudadanía que llega y ya no encuentra nada en la sala de ventas», dijo una funcionaria, quien añadió que meses atrás tenían unas bodegas repletas de mercancías y manejaban inventarios altos los cuales se agotaron y no se volvió a surtir.
«Cuando ellos cogieron los almacenes nosotros manteníamos ventas diarias de 60 millones de pesos en el autoservicio y hasta 100 millones en la principal cerca a la Plaza, los pequeños vendían 20 o un poco menos, ahora no se registran ventas superiores a 5 millones diarios», señaló.
«Nosotros estamos reclamando hoy que nos devuelvan lo que teníamos, lo que ellos cogieron, lo que recibieron y no supieron administrar, estamos pidiendo nuestro derecho al trabajo, ellos no nos pueden venir a atropellar como se les dio el antojo», argumentó una operaria que lleva 7 años trabajando.
Puntualizó que mediante querella hicieron estas reclamaciones hace más de un mes y no reciben ninguna clase de respuestas.
Por su parte otro operario hace el llamado a la Procuraduría y a la misma Fiscalía General de la Nación para que intervengan e investiguen lo que realmente está sucediendo en los Supercundi, donde de acuerdo con ellos agonizan sin que nadie se percate.
¿Qué acompañamiento ha realizado la Personería Municipal de Fusagasugá a los trabajadores a quienes se les están vulnerando derechos fundamentales?
¿Hasta dónde la Administración Municipal que lidera el licenciado Luis Antonio Cifuentes Sabogal a través de la Secretaría de Desarrollo Económico ha intervenido en la problemática de los trabajadores?
¿Por qué razones la SAE y el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social no les da respuestas?
Espere un segundo informe con las respuestas de estas y otras instituciones.