Bogotá quedó paralizada por una ola delincuencial y de violencia que obligó a las autoridades a decretar la inédita medida en toda la ciudad para tratar de restaurar el orden público.

El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, decretó este viernes (22.11.2019) el toque de queda para la capital colombiana, tras disturbios y saqueos ocurridos un día después de masivas protestas contra el presidente Iván Duque que dejaron tres muertos y cientos de heridos.

La decisión la adoptó el alcalde Peñalosa a petición del mandatario colombiano, quien argumentó que es para mantener la seguridad en la ciudad.  Inicialmente, las autoridades de Bogotá habían decretado la extrema medida para tres localidades: Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar, a partir de las ocho de la noche (01H00 UTC del sábado). En esas localidades viven unos 2,5 de los siete millones de habitantes de Bogotá.

En esos tres barrios «se han concentrado los actos delincuenciales en el día de hoy», lo que incluye saqueo de comercios y daños a 79 autobuses del servicio público, que se suman a la destrucción el jueves de 76 estaciones del sistema de transporte Transmilenio, dijo el alcalde, antes de cambiar la medida para toda la capital.

Duque, anunció este viernes que la próxima semana iniciará con todos los sectores políticos y sociales «una conversación nacional» para mejorar las políticas de su Gobierno tras dos días de manifestaciones en todo el país seguidas de una ola de violencia.

«A partir de la próxima semana daré inicio a una conversación nacional que fortalezca la agenda vigente de política social, trabajando así de manera unida en una visión que nos permita cerrar las brechas sociales», dijo el jefe de Estado en una alocución televisada.

«Actividades criminales»

Aunque las autoridades dieron temprano un reporte de tranquilidad en todo el país, en el sur de Bogotá estallaron enfrentamientos entre manifestantes y policías cerca de estaciones de transporte público que fueron escalando a lo largo del viernes.

También hubo saqueos y robos que autoridades atribuyeron a «actividades criminales» y «desmanes» sin relacionarlos directamente con las protestas de la víspera, las mayores de los últimos tiempos contra el gobierno central.

Cientos de manifestantes se dieron cita en la Plaza de Bolívar, corazón político de Colombia, recogiendo la estela del llamado paro nacional de la víspera e iniciaron ‘cacerolazos’, una protesta inusual en Colombia, antes de ser desalojados por policías antidisturbios.

Con un diverso abanico de reclamos y exigencias contra las políticas económicas, sociales y de seguridad, cientos de miles de personas protestaron el jueves en las calles y con ‘cacerolazos’ contra Duque.  Las protestas dejaron un saldo oficial de tres muertos, 122 civiles con heridas leves y 151 miembros de la fuerza pública lesionados.

jc (afp, efe)