La trayectoria criminal de Juan Carlos Sánchez Latorre, conocido como el ‘Lobo Feroz’, va del 2005 al 2017, y era tan aberrante que fotografiaba a víctimas para que compradores escogieran a quién quería que violara por entre US$ 100 y 400.

Por: Pulzo

Una de sus últimas víctimas tenía tan solo 14 meses de nacida y las demás estaban entre los 8 y los 14 años de edad”, dice la revista Semana, que reseña el caso.

Pruebas de parte de sus violaciones, 276 casos entre el 2008 y el 2011, fueron encontradas en sus computadores y cuentas de correo electrónico.
Sánchez ya había sido detenido en el 2005, y 6 de sus víctimas (que para entonces totalizarían 50) lo identificaron plenamente, pero fue liberado inexplicablemente por vencimiento de términos.

La Interpol reveló que el depredador sexual había compartido 1.450 archivos y  engañó con dinero a los menores para que sostuvieran relaciones sexuales con él, mencionó El Universal de Venezuela.

Luego de salir libre, el ‘Lobo Feroz’ siguió actuando, pero las autoridades seguían registrando los casos como hechos aislados, no cometidos por el mismo violador.

Increíblemente, Sánchez podría haber seguido actuando así, si no fuera porque la policía de México encontró en los computadores de uno de sus clientes, Héctor Faría, alias ‘Anthony’, los videos que grababa y vendía Sánchez.

“Una de las carpetas contenía un documento desde el número 1 al 276. Cada número iba acompañado de un archivo adjunto, cada uno con la foto de un niño desnudo. Un segundo archivo era aún más aterrador. Contenía videos, de entre 2 y 5 minutos de duración, en donde de forma brutal el individuo abusaba sexualmente de cada uno de estos 276 menores. En muchos se oyen los gritos, los lamentos y las súplicas de las pequeñas e indefensas víctimas”, dice Semana.

El mexicano era quien escogía a quién debería violar Sánchez, a partir de las fotos de las potenciales víctimas que este le había enviado.

Sánchez los cazaba en centros comerciales y locales en los que había videojuegos, se ganaba su confianza y los invitaba a su casa a jugar, donde los violaba.

En esos mismos lugares con videojuegos es que la policía logró ubicar víctimas exhibiendo la foto, lo que los llevó a identificar la casa donde cometía los abusos.

A partir de esos datos y los contactos que tenía con sus familiares lograron ubicarlo en Maracaibo, Venezuela, donde fue capturado y enviado a Colombia.

El cálculo de 500 niños violados es tentativo, mientras avanza la investigación.