Miembros de la guerrilla prendieron fuego a un camión cisterna en el municipio de Pelaya, que explotó cuando un grupo de uniformados se acercó a inspeccionarlo.

Cinco policías resultaron heridos este viernes en un ataque atribuido por el ejército al ELN en el noreste de Colombia, en el primer día de un “paro armado” anunciado por esa guerrilla para impedir la movilización por tierra y por ríos en esa zona del país, según una fuente militar.

Los rebeldes prendieron fuego a un camión cisterna en una carretera del municipio de Pelaya, en el departamento del Cesar. Cuando los uniformados se acercaron al lugar “hubo como una explosión” y cinco agentes resultaron heridos con esquirlas, dijo a la AFP una fuente militar.

Las autoridades no precisaron si se trató de una trampa o si el vehículo estalló por efecto de las llamas.

El ataque se suma a la activación de una carga explosiva que incomunicó una zona cercana a Venezuela, bajo influencia del grupo armado irregular.

El comandante de la Fuerzas Militares, el general Luis Fernando Navarro, dijo a la prensa que la detonación interrumpió el paso por la carretera que comunica la ciudad de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, con el estado venezolano de Zulia.

Esta amenaza que han lanzado los bandidos del ELN y Los Pelusos en el Catatumbo ha sido atendida de manera oportuna por los efectivos de la Segunda División” del ejército, dijo Navarro a Blu Radio.

Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional

La acción se produjo durante el primero de tres días de un “paro armado” anunciado por los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que pretenden impedir bajo amenaza la movilización por tierra y ríos en Norte de Santander, Cesar, y otros territorios de influencia.

El remanente de una guerrilla maoísta ya disuelta, conocido como Los Pelusos, libra una dura pelea con el ELN para hacerse del control de Catatumbo, la segunda zona con más narcocultivos del país.

Tropas desplegadas

Este viernes el presidente Iván Duque dijo que el gobierno impedirá que el ELN cumpla con el objetivo de «amedrentar» a la población.

Tenemos todos los operativos desplegados y también mantenemos la ofensiva contra ese grupo y contra todos los grupos criminales en Colombia”, declaró el mandatario a medios.

Reconocida como la última guerrilla activa en Colombia, el ELN cuenta con unos 2.300 combatientes y opera en el 10% de los 1.100 municipios del territorio, según cifras oficiales y de organizaciones independientes.

Los rebeldes sostuvieron diálogos de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.

Sin embargo, con la llegada de Duque al poder en agosto de 2018, las negociaciones entraron en el congelador y se terminaron formalmente en enero de 2019, tras un ataque con coche bomba contra una academia policial que dejó 22 cadetes muertos.

«Ellos siempre se han alejado (de un posible diálogo) por el terrorismo«, aseveró el mandatario.

Aunque aliviada por el acuerdo de paz firmado en 2016 con la disuelta guerrilla de las FARC, Colombia aún vive un enfrentamiento entre guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcos, que en seis décadas ha dejado más de ocho millones de víctimas, entre muertos, desaparecidos y desplazados.

Con información de AFP