Si busca atajar a Petro es mejor opción Fajardo en primera vuelta, con Federico Gutiérrez las cifras y la dinámica electoral podrían jugarle una mala pasada.

Por:  abril 19, 2022

Para decirlo en una frase: si usted hace parte de la mucha gente que le tiene miedo a Gustavo Petro y piensa votar contra él, la mejor manera de elegirlo es votar por Federico Gutiérrez en la primera vuelta. La razón de ese raciocinio es la naturaleza del sistema de las dos vueltas electorales, donde en la primera se escoge y en la segunda se elige. Es una jugada a tres bandas, donde usted no puede escoger un candidato que va a perder frente al que no le gusta.

Ahora si Federico Gutiérrez le parece un tipo sensacional, vote por él. Pero si lo hace en la primera vuelta solo por atajar a Gustavo Petro, las cifras y la dinámica electoral pueden jugarle una mala pasada. Gustavo Petro se ha ganado a pulso en un trabajo serio y audaz, que ha durado años, un espacio político que lo identifica con la creciente oposición en Colombia, con millones de seguidores. Y su mensaje, a juzgar por las encuestas, ha calado no solo entre los más jóvenes y los más pobres, donde están sus mayores apoyos, sino en todas las regiones, en todos los rangos de edad y en todos los estratos sociales.

Lo de los estratos es significativo, porque se lo ha demonizado como una amenaza para la democracia, como si no hubiéramos sobrevivido a tantos malos presidentes y a la rampante corrupción política; como un factor de desestabilización institucional, como si nuestras instituciones no estuvieran en mora de ser reformadas; y como una amenaza a la economía, como si no viviéramos en medio de una escandalosa inequidad por la concentración del ingreso. Sería entendible que su mensaje, un tanto delirante, de cambiar todo eso, tuviera calado solo en las clases populares y los jóvenes, pero su apoyo es igualmente importante en las clases medias y altas. Algo debe estar haciendo bien desde que cuenta con el 35 % de la intención de voto.

Solo que esos votos no le alcanzan para la segunda vuelta, a menos que a los apoyos que tiene hoy sume toda la resistencia que generaría si el otro candidato lo fuera también de un gobierno impopular, de un partido de gobierno golpeado electoralmente y del expresidente Álvaro Uribe, que ha pasado de héroe a villano, como sucede siempre con los políticos que no saben retirarse a tiempo. Si tal es el caso, difícil que no gane. La aritmética electoral refrenda esa teoría. Para ganar Petro necesitaría un 45 % de la intención de voto, o sea subir solo10 puntos porcentuales, si su actual intención de voto se mantiene; y Federico Gutiérrez necesitaría subir el doble, para alcanzarlo. Si los votos de quienes no pasan a la segunda vuelta se van principalmente a Petro, como rechazo a los apoyos de todas las maquinarias políticas actualmente en el poder que apoyan a Federico Gutiérrez, no podría alcanzarlo. Eso sucedió hace cuatro años cuando esos votos apoyaron principalmente a Petro, que si embargo no le sirvieron para alcanzar a Duque por la ventaja que éste traía.

El hecho político notorio es que para esta elección Petro tiene la cómoda posición que tuvo Iván Duque en la anterior: un grupo político muy consolidado, una preferencia disparada en la intención de voto y el carácter de líder de la oposición, que ejerció de modo implacable durante cuatro años en el Senado, donde hoy tiene el grupo más numeroso. Así que la próxima elección pinta como el reverso de la anterior, con el resultado contrario también.

La única manera de que ello no suceda es que el oponente de Petro en la segunda vuelta no tuviese la carga de las maquinarias políticas, del gobierno y del uribismo, y fuera un candidato que la gente identifique no solo de oposición sino como contrario a Petro y mejor, caso en el cual tendría más posibilidades de ganarle, porque recogería todo el centro político y la derecha a su alrededor. Esa persona se llama Sergio Fajardo. Fajardo está empeñado en lo que llama como buen ciclista, su remontada. Busca un premio de montaña que hoy parece más de alpinismo, pero sigue siendo una alternativa válida, sobre todo si los electores entienden que la primera vuelta es precisamente la oportunidad de escoger al que más le guste no al que menos lo asuste.

No existen muchos antecedentes en el mundo de un gobierno impopular, un partido de gobierno en declive y unas maquinarias políticas desprestigiadas, que impongan un candidato en las elecciones cuando existe un líder de oposición tan fuerte. Es por ello que hay millones de personas que quieren que Petro sea presidente, y hasta razón tendrán. Pero hay también otros millones que preferirían un cambio político con menos sobresaltos y un presidente con rasgos de carácter y procesos de toma de decisiones menos controvertidos, aunque también alguien con más experiencia y más formado. Así que cuando vaya a votar en la primera vuelta, piénselo bien.

Vía Las 2 Orillas