Fue coronada el 2 de junio de 1953. Mientras estuvo en el trono, vio pasar a 15 primeros ministros y 7 papas. La monarca falleció en el castillo de Balmoral, en Escocia.

El Palacio de Buckingham anunció la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra. La monarca de 96 años falleció en el castillo de Balmoral, en los Highlands de Escocia, rodeada de sus familiares más cercanos. En las últimas horas habían viajado de urgencia hacia allí su hijo Carlos, y sus nietos William y Harry.

La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”, publicó la familia real en Twitter.

Un dato alcanza para mostrar la dualidad que afrontó toda su vida la reina más longeva del mundo y la mujer. Isabel, para los que la amaban Lilibet, celebraba sus cumpleaños cada 21 de abril; Isabel II, para todos Su Alteza Real, festejaba su cumpleaños el segundo sábado de junio ya que la tradición la obligaba a coincidir con el desfile del Trooping the Colour. Una persona, dos cumpleaños.

Isabel Alejandra María fue la primogénita del entonces príncipe Alberto y su esposa Isabel. La beba nació por cesárea en 1926 y creció tranquila en la residencia de White Lodge. Muchos años después como reina habitaría en el Palacio de Buckingham con sus 775 habitaciones y pasaría los fines de semana entre el castillo de Windsor, el de Balmoral, el de Holyroodhouse en Escocia o su casa en Irlanda, el castillo de Hillsborough.

La hija primogénita del príncipe Alberto creció feliz y sin presiones. Sus padres se querían y la querían. Su abuelo, el rey Jorge V, ocupaba el trono británico y su tío Eduardo príncipe de Gales, era el heredero natural de la corona. En 1930, nació Margarita, quien se convirtió en su compañera incondicional. Su mamá y una institutriz impuesta por la reina Mary, se encargaban de su formación. Nada de matemática o Letras solo etiqueta y modales, pero al menos no un clásico de la época: economía doméstica. Apenas recibía una hora y media de clases por día.

En 1936, el rey Jorge V murió y el príncipe David ascendió al trono con el nombre de Edward VIII. Pero Eduardo estaba enamorado de la norteamericana (y divorciada) Wallis Simpson y renunció a la corona por ella.

Con apenas 10 años, la princesa, que a la tarde jugaba con su perrito Dookie y montaba a caballo, supo el significado de la palabra crisis. Fue un empleado del palacio el que le comunicó que su padre se acababa de convertir en el rey Jorge VI.

“¿Quiere eso decir que serás la próxima reina?” le preguntó la princesa Margarita. “Sí, algún día”, respondió Isabel. “Pobrecita”, se solidarizó su hermana menor. De princesa sin responsabilidades pasaba a ser princesa heredera; a su formación se le agregaron lecciones de caligrafía e historia de la monarquía y de la constitución británica. Para esa época comenzó a desarrollar una manía: colocaba sus lápices en líneas perfectamente rectas e igualmente espaciadas. Y hacia algo similar con sus platos de almuerzo.

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