Estando convaleciente en su residencia nos recibió el hombre considerado decano del periodismo en Fusagasugá y la provincia del Sumapaz. Bernabé Gámez Hernández habla de la falta de independencia de la prensa y deja entrever que ha sido cómplice silenciosa del aumento de la corrupción en la Administración Pública regional. Afirma que los periodistas de hoy la mayoría son más publicistas y que en su época él sí ponía a temblar a los ladrones de cuello blanco. También se refiere a algunos políticos y anuncia su regreso al Canal Local de TV y a la emisora Nueva Época.

Fusagasugá Noticias: ¿Usted es fusagasugueño de nacimiento?

Bernabé Gámez Hernández: No señor, yo nací en Tocaima, Cundinamarca. A los 12 años vine a vivir a Fusagasugá por prescripción médica, estudié en el colegio Ricaurte y luego terminé el bachillerato en Bogotá y entré a estudiar periodismo en la única escuela de periodismo que había en Colombia que era la Universidad de América. Pero acá hice amigos y nos enamoramos de Fusagasugá. De hecho me enamoré de una fusagasugueña, que hoy es mi esposa y entonces comencé a recorrer el periodismo nacional y me llamó Yamid Amat. En esa época no eran importantes Caracol y RCN, en esa época Todelar era Todelar, allí estaban Antonio Pardo García y Gabriel Puertas Franco. Después estaba Súper, con Jaime Arango, luego vino Javier Ayala y luego Alberto Giraldo. En esa época me llamó Yamid Amat y me puso como 5 sueldos: uno por hacer Última hora Caracol, él quería que yo escribiera ese noticiero, que era el noticiero símbolo del periodismo radial, eso es una institución. A Yamid le dijeron que yo era bueno para escribir. Entonces Yamid me llamó y me puso como 5 sueldos, póngale de 50 mil pesos cada uno. Entonces ese papelito fue a dar a contabilidad y allá le contaron al sindicato y el sindicato se me vino encima. Estaba Carlos Ayala García. Éramos amigos pero me armaron una fiesta y no pude entrar a Caracol. Eso fue frustrante, porque fue en el momento más brillante que tuve en el periodismo, yo debía tener 27 o 28 años. Estaba en un muy buen momento. Después me llamó Orlando Cadavid para RCN, después me llamaron de Todelar, yo no sabía qué hacer. En esa época hubo una crisis en Súper porque renunciaron todos los duros: Javier Ayala, Beto Giraldo, todos. Entonces me llamaron los Pava y me propusieron que me quedara con el noticiero. Más adelante Alberto Giraldo montó una agencia de noticias que se llamaba Anaprensa: Agencia nacional de noticias de prensa, esa la fundó Javier Ayala con el respaldo de Jaime Michelsen Uribe, presidente del Grupo Grancolombiano. Yo era el jefe de la agencia, la oficina quedaba frente al Palacio de Justicia. Había un gran grupo de periodistas: de economía, política, judiciales, deporte. La agencia fue muy grande. Nos citaban en El Tiempo, en El Espectador y mi nombre aparecía ahí. Simultáneamente a lo de Bogotá, yo era director acá en Fusagasugá de noticias en Nueva Época. Yo fundé todos los noticieros de radio en Fusa. Estaba Carlos Augusto Ramírez Garzón, pero él hacía programas de índole social, pero el periodismo, periodismo lo fundé yo. El noticiero de Toca estéreo lo fundé yo hace mucho tiempo con Germán Tobón. Después hubo un receso y Carlos Ortiz lo asumió. En Nueva Época estuve como 35 años, sin que hubiera una queja contra mí. De hecho creo que voy a volver, pero no de director de noticias sino dos programas de opinión que había. Se llamaba «El reportero gigante de los sábados y domingos»… eso era un espectáculo. Yo entrevistaba a un alcalde, me documentaba y le preguntaba y le daba garrote con todo. Ese programa llegó a ser una institución en toda la provincia del Sumapaz.

FN: ¿Dónde y cómo fueron sus inicios?

BGH: Yo con el periodismo recorrí varios países. Trabajé en la cadena Súper en la época gloriosa de esa cadena cuando la dirigía Javier Ayala y Alberto Giraldo y los lectores de noticias eran Eduardo Ponte Rodríguez y Jorge Antonio Vega. Yo era jefe de redacción nacional, llegué a ser subdirector nacional, en el año 78.

FN: Bastante tiempo en la tradicional emisora Nueva Época

BGH: Sí, yo tenía dos o tres periodistas que me ayudaban. Entrevistaba candidatos presidenciales, gobernadores, ministros y los hacía brincar. Igual que a los rectores de la Universidad de Cundinamarca y a los gerentes del hospital. Yo creo que mi periodismo es auténtico, yo no le copio nada a nadie. Dios me dio la virtud de ser un periodista único y exclusivo, yo no le copio nada a nadie, soy un verraco para escribir editoriales, y se los aprendí a escribir a Felipe Lleras Camargo, una de las plumas más influyentes que tuvo el periodismo en América Latina, trabajé 15 años con él y fui su mejor alumno en el periódico El Pueblo de Cali. Pero bueno, por hacer el programa de los sábados y los domingos me amenazaron tres veces… con revólver y todo porque yo no dejaba robar. Cuando yo ejercí el periodismo fuerte acá en Fusa, no había tanta corrupción. Yo era un verraco para investigar.

FN: ¿Cuánto lleva por fuera del periodismo en Fusagasugá?

BGH: Por fuera no, sin hacer noticias. Hago programas de opinión, pero no llevo noticias.

FN: ¿En los últimos 15 años se ha incrementado la corrupción en Fusagasugá?

BGH: ¡Pero claro! A la Universidad de Cundinamarca se la robaron: allá llegaron dos tipos, uno duró 12 años. Hubiera estado yo en el periodismo no lo dejo estar un año. Y los periodistas de Fusa le permitieron estar 12 años haciendo bestialidades y casi se roba toda la Universidad.

FN: ¿Usted cómo califica el periodismo hoy en Fusagasugá?

BGH: Es muy mediocre, le falta verraquera, le falta fundamentación, le falta jerarquía y le falta dignidad. para esto hay que tener valor… Sin chantaje ni aplicar extorsión, porque tengo informaciones muy fuertes. A mí me gusta el periodismo contundente, bien estudiado, bien asegurado, bien de fondo. Pero hay que decir la verdad. La mayoría son solo publicistas.

FN: ¿Cómo ve la política hoy en Fusagasugá de cara a las elecciones al Congreso de marzo próximo? Tenemos dos candidatos: a la Cámara de Representantes Carlos Ferro y el ex presidente de la Comisión Quinta de la Cámara, Alfredo Molina, quien aspira llegar al Senado.

BGH: Los dos son buenos. Los conozco, soy amigo de ellos. Pero si yo le pillo alguna cosa a alguno de ellos una diablura, robando como hacen en el Congreso de la República, yo lo denuncio, no lo dude.

FN: ¿Usted va a votar por ellos?

BGH: Yo sí voto por ellos, porque los conozco sé que están bien intencionados. Ferro es un gestor de recursos para la provincia impresionante y Molina es un hombre de una gran bondad, de una gran generosidad y un hombre supremamente inteligente.

FN: ¿A qué o a quiénes le indilgamos el atraso en Fusagasugá?

BGH: Llevamos 50 o 60 años ‘chamboneando’, y haciéndole favores al compadre, a la comadre. En eso se convirtió la Alcaldía de Fusa: en darle gusto al compadre y a la comadre. Y eso no es el Estado. El Estado Social de Derecho es para gobernarle a una sociedad, y la sociedad es el ser humano que no tiene nada y también el que tiene. Y estamos muy atrasados. Llevamos 50 años ‘chamboneando’ con William García, y un poco de alcaldes que ‘chambonearon’ y otros que llegaron a ver qué se llevaban en el bolsillo y a esto toca ponerle orden. De hecho tengo que hablar seriamente con el señor Alcalde, que es amigo mío, y que le faltan dos años a ver qué es lo que está haciendo.

FN: ¿La prensa ha sido cómplice?

BGH: ¿No ve que la prensa come de la Alcaldía?

FN: ¿Entonces, qué hacer para terminar ese maridaje perverso?

BGH: Pero es que cómo es posible que la Alcaldía es la que paga la nómina de los periodistas, de los periódicos, de las emisoras, de todo eso. Todos tiene pauta, 10 o 15 tienen pauta. Entonces ninguno dice nada, ¿Qué van a decir? A mí me pueden dar 100 millones y se los recibo por mi trabajo, pero la verdad no me la pueden quitar. Yo no le vendo la verdad al alcalde. Le repito: el periodismo tiene que cambiar, el mismo papa nos ha pegado unos regaños verracos. Yo veo a los mismos chinos que están saliendo de las facultades como más intencionados, como menos interesados en la plata fácil. Yo veo a un poco de tontos dizque periodistas con 3, 4, 5 carros y emisora, vendiendo el corazón a cualquiera y esos pobres se dejan meter carreta. El periodismo es el responsable de la descomposición social y moral del país. No lo dude. Yo no sé cuántos periodistas haya en Colombia que se paren como yo me paro, lo dudo, yo creo que un 90% está metido en el cuento: un periodismo mercantilista, por encima del ser humano y por encima de la verdad. Entonces la plata fácil se tiró al periodismo y el periodismo se tiró a la sociedad. Aquí en Fusagasugá ya no hay periodistas que escriban, algo hace Ómar Gamboa. Me gusta Roberto Sabogal, con su canal, es serio, no le gusta botarle cepillo a cualquiera. En Nueva Época hay un chino bueno. Pero hay unos periódicos que son unos pasquincitos que sacan y que son una vergüenza. Entonces hay que dar una vuelta. He estado hablando con algunos amigos, voy a volver a hacer un programa de opinión en televisión, seguramente voy a hacer un programa de opinión en Nueva Época y voy a escribir. Vamos a ponerle orden a esto. A mí me conoce toda la provincia y me conoce como templado y como verraco, yo le digo la verdad a cualquiera de frente, en televisión o en radio se lo digo de frente.

FN: ¿Qué concepto le merece la Gobernación de Jorge Rey?

BGH: Al comienzo me gustó. Lo vi como haciendo cositas, pero le pillé una cosa, haciendo populismo, metiéndole mentiras a la gente. Cogía un baloncito de fútbol y se lo entregaba a un alcalde diciéndole: «ya le gestioné 20 mil millones, ahora tome el balón alcalde y hágalo usted». Entonces les entregaba una papa caliente, pero muy caliente. Y todo se fue como en mentiras, todos esos shows que hacía en los pueblos eso resultó ser carreta. Habrá que preguntarle de toda esa carreta que nos metió qué conclusiones hay. Y hay que hacer muchos cambios mediante una Asamblea nacional Constituyente para cambiarlo todo: la justicia, la educación, la salud pública hay que fortalecerla, las EPS tienen que desaparecer. Por ejemplo el caso de Fusagasugá: Fusagasugá necesita otro hospital de cuarto nivel. Fortalecer el de tercer nivel que hay y montar uno nuevo de cuarto nivel, porque Fusa en año y medio con otro carril Soacha-Girardot, tendremos 300 mil habitantes y va a colapsar la salud. Van a colapsar todos los servicios públicos. ¿El agua dónde está? Nosotros tenemos que preparar al nuevo alcalde para que deje de bobear, para que deje de hablar del compadre y la comadre y los torcidos y pensemos en un experto en planeación para que nos ayude a proyectar la ciudad a 50 o 100 años.

FN: Hoy se construye el POT y el actual Concejo Municipal es responsable con la Alcaldía del nuevo POT

BGH: Ese POT tiene que estar proyectado a 50 o 100 años. Hay unos pelados del Concejo Municipal que son inteligentes y saben que dentro de año y medio Fusa va a tener 300 mil habitantes y si no proyectamos un POT de acuerdo a esa capacidad nos colapsa la salud, el agua de dónde, nos quedamos sin servicios.

FN: El alcalde Cifuentes pretende dejar planificado un embalse

BGH: Sí, eso está proyectado, el embalse del Cuja, esa es una medida buena que vale 35 mil o 40 mil millones de pesos.

FN: Y, el tema del cerro Fusacatán

BGH: La gente habla mucha carreta, la CAR le puso una supervisión de 24 horas, de modo que si un día va a ocurrir alguna cosa, pues no lo sabemos, pero la CAR sí tiene funcionarios pendientes de eso. Eso no está abandonado.

FN: Las quebradas contaminadas

BGH: Eso es terrible, no tenemos culturaEs que nos gusta vivir bueno y hacerle el mal a los demás.

FN: Se rumorea que William  García va a aspirar a la Cámara en el Centro Democrático

BGH: No, allá no lo reciben. Ese señor ya no tiene nada que hacer en Fusa. Ese tipo fue el que le hizo tanto daño a la sociedad fusagasugueña porque convirtió la Alcaldía en un centro politiquero y de favores. Entonces descuidó las cosas macro de la ciudad, ese señor desconoce lo que le pasa a la ciudad. Lo que sí le digo es que el Centro Democrático pone al siguiente alcalde de Fusagasugá.

FN: La Alcaldía de Luis Cifuentes generó una reestructuración administrativa, ¿están proyectando el municipio?

BGH: Eso me gusta. Lo de reestructurar la administración sí me gusta. Hay que proyectarla, abrirla, oxigenarla. Eso es muy bueno. ¿Pero sabe qué no me gusta? Tanto empleado. 700 empleados una alcaldía como la de Fusa, a mí me parece demasiado. Unos son de nómina y otros de contrato, eso da como 700. Pero también me preocupa la Universidad de Cundinamarca. Eso es de nosotros, lo hicimos nosotros para que venga cualquiera a robársela. ¡Sea quien sea! Ahí estuvo el señor Polo 12 años robándosela y nadie dijo nada.

 FN: ¿Y, Cómo le va a la Universidad de Cundinamarca con el doctor Adriano Muñoz?

BGH: Entiendo que le dejaron mucho problema. Habrá que investigar qué está haciendo Adriano, si él se comprometió a reestructurar la Universidad tiene que hacerlo. Hay que hacer alguna cosa. Yo ya hablé con personas de mucho peso y vamos a ver que hacemos, o vamos a la Presidencia de la República o vamos al Congreso y promovemos unos debates que lleven al rector y nos diga cuál es el estado real de la Universidad, en el aspecto financiero, en el aspecto científico, académico. Eso tendría que hacerlo la Asamblea de Cundinamarca, que es la que tiene poder sobre eso.

FN: Y, el trabajo de los diputados de la región?

BGH: Sí, Pedro Cárdenas. Y está también Tamayo, conservador. Pero es que la Universidad la cogieron de centro burocrático, hay una cantidad de burócratas. Y la Universidad es la formación de la juventud, ¿entonces qué vamos a hacer? ¿dónde vamos a formar la juventud? Si un semestre en Bogotá para cualquier carrera puede contar 8, 9 o 10 millones por semestre, sin contar la papita para el muchacho. En cambio aquí se pagan 800 mil pesitos. Vamos a averiguar en qué andan los diputados, qué están haciendo por esta región de Cundinamarca y por la Universidad.

 

Por: Alejandro Castro Guerrero