Aída Merlano aseguró que ella era la «títere» que, desde niña, aprendió a ver cómo algunos sectores manejaban el poder político. Según dijo, ella era «la de mostrar» y tuvo que ver de todo.

La exsenadora del Partido Conservador aseguró en el programa de la periodista Vicky Dávila, (Semana) que ella conoció diversas prácticas políticas irregulares desde que fue niña. «Julio estaba financiando una campaña en Santa Marta, otra en Cartagena, mí campaña. Julio (Gerlein) lo que decía era que todo iba a terminar en un beneficio mío porque esa gente iba a terminar apoyándome electoralmente. yo era la figura de mostrar, yo era tristemente, como lo dijo el cura (Bernardo) Hoyos, a quien aprecio, su títere«.

Según dijo, ella aprendió desde niña a manipular. «Vi como él no solamente compraba votos, utilizaba otras prácticas que yo le alejé, como la retención de cédulas, como el maltrato a los líderes, como amenazar, intimidar a la gente para que le cumplieran los acuerdos», aseguró la exsenadora Aida Merlano. «A Julio le llevaban cédulas de muertos, le llevaban cédulas y él las pagaba. Te estoy hablando de cuando tenía 13 o 14 años. Él decía que todas eran votos para Roberto Gerlein», agregó.

En 2018, cuando la Fiscalía General de la Nación destapó el sofisticado método de compra de votos, se dieron a conocer hechos sobre los cuales Aída Merlano dice que aprendió desde que se rodeó de la dirigencia política. El ente acusador anunció entonces que descubrió en Barranquilla un sistema organizado para identificar a los líderes y hacer la trazabilidad del proceso de compra de sufragios, a través del uso de dos formatos: las actas de compromiso y el seguimiento de cada votante.

«Para verificar que se hubiera sufragado en un puesto específico, la campaña pedía los certificados de votación y, sobre estos, grapaba un papel con código QR, que llevaba el dato del municipio y el nombre del líder al que se le atribuía el voto. De esta forma, se garantizaba que el dinero entregado al comprador correspondiera con el número de votos ofrecido por él a la campaña«, informó entonces la Fiscalía.

«Se llevaba una contabilidad detallada en una planilla adicional, en la que se hacía la relación de los líderes, el municipio al que pertenecían y los gastos de la jornada. Al parecer, cada voto era pagado a $40.000, con un subsidio de $5.000 de transporte. El monto a pagar a cada uno de ellos variaba de acuerdo con la cantidad de votos ofrecida y si se superaba ese número, aumentaba también el valor del voto«, agregó entonces el ente acusador.

Con información de SEMANA