Las candidatas a vacuna contra el coronavirus que desarrollan científicos rusos no han provocado incidentes adversos y generan anticuerpos.

Eso es lo que revelan los resultados preliminares de los ensayos clínicos, detallados en un estudio difundido el viernes (4.9.2020) por la revista médica británica The Lancet. El informe sale publicado semanas después de que Rusia anunciase que tenía una vacuna contra la COVID-19, pero sin haber aportado detalles de las pruebas clínicas, algo que generó inquietud en el mundo científico.

El estudio detalla los primeros hallazgos arrojados por dos ensayos clínicos (Sputnik V) en su fase temprana, en los que han participado 76 personas, sobre vacunas no aleatorias.El grupo de expertos encontró que dos formulaciones -una congelada y otra liofilizada- de una vacuna que consta de dos partes son «seguras», pues no identificaron reacciones adversas de gravedad en más de 42 días e indujeron respuestas de anticuerpos en todos los participantes en un plazo de 21 días.

Efectos adversos y limitaciones del estudio

Los resultados secundarios de los ensayos (no tan relevantes como los primarios) también llevaron a pensar, según esto, que las vacunas producen asimismo, en un plazo de 28 días, la respuesta de la denominada célula T, que detecta y mata patógenos invasores o células infectadas. La formulación congelada está diseñada para su uso a gran escala, mientras que la liofilizada se desarrolla teniendo en mente aquellas regiones de difícil acceso, pues puede almacenarse a temperaturas de entre 2 y 8 grados centígrados.

Los ensayos se llevaron a cabo en dos hospitales rusos con adultos de entre 18 y 60 años, que se aislaron tan pronto se registraron para participar en las pruebas clínicas y permanecieron en los centros médicos durante los primeros 28 días. Entre algunos de los hallazgos, vieron que ambas formulaciones resultaron seguras y se toleraron bien y entre los eventos adversos más comunes figuraron dolor en el lugar de la inyección (en un 58 por ciento de participantes), hipertermia (en un 50 por ciento), dolor de cabeza (un 42 por ciento), astenia (un 28 por ciento), y dolor muscular y de articulaciones (24 por ciento).

Tras los experimentos, los científicos consideraron que utilizar diferentes adenovirus supone un planteamiento efectivo para desencadenar una «robusta respuesta inmunológica» pero alertaron de que aún es necesario acometer más investigaciones. Sobre las «limitaciones» del estudio, incluyeron el corto periodo de seguimiento (42 días), así como el hecho de que se trate de una investigación «pequeña». Además, algunas partes de la primera fase de los ensayos incluye solo a voluntarios varones y no hubo placebo.

Con información de DW